Aceptación

“Para la psicología la aceptación significa reconocer las situaciones no deseadas de nuestra realidad sobre las que no podemos hacer nada para modificarlas, aprendiendo a asumirlas (sin quejas ni excusas) y así fortalecer nuestra tolerancia a los fracasos, pérdidas o desengaños vitales. […] Nos ayuda a intuir nuestros límites sobre lo que podemos o no cambiar de nuestro entorno existencial. La aceptación no es resignación, porque ésta conduce a la inacción al sentir que no se puede hacer nada para resolver una situación dada. Tampoco es acatamiento o aprobación. Es la decisión de admitir y afrontar todas las situaciones que la vida nos regala para poder alcanzar la sabiduría de reconocer la realidad que hay en el entorno”.[1]

Es difícil aceptar algunas decisiones de Dios, la tendencia es rebelarse y cuestionar su soberanía. Salomón, nos dejó su perspectiva sobre la aceptación en Eclesiastés 7:13-14. Dios no ve la vida como nosotros, Él tiene una perspectiva mucho más amplia. Normalmente recordamos el pasado, vivimos el presente y desconocemos el futuro, pero Dios ve todo junto: pasado, presente y futuro. Por eso Salomón aconseja: “Acepta el modo en que Dios hace las cosas, porque, ¿quién puede enderezar lo que él torció?” (vs.13 NTV).

Jesús, enseñando a sus discípulos sobre el afán y la ansiedad, dice “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” (Mt. 6:27 RVR1960). Y también dijo que no es potestativo nuestro “hacer blanco o negro un solo cabello” (Mt. 5:37 RVR1960). Entendamos entonces que es inútil intentar cambiar lo que Dios ha dispuesto, esto constituye un primer paso para trabajar la aceptación.

El segundo paso es entender que la vida tiene altos y bajos: “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad reflexiona” (vs.14a RVA1977). Los días buenos son para gozarlos y disfrutarlos, son para vivir, reír, amar, etc. en agradecimiento con el Señor porque de Él vienen las bendiciones: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces” (Stg.1:17 RVA1960). Los días malos son para reflexionar y evaluar qué cosas debemos aprender de acuerdo con la voluntad del Señor en su Palabra, son períodos de cambio que nos preparan para recibir nuevos tiempos.

El paso más contundente sobre la aceptación es entender que “Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre no pueda contar con nada respecto a su porvenir” (vs.14b RVA1977). Nos cuesta aceptar que tanto los días buenos como los malos provienen del Señor. Job, uno de los hombres más probados sobre la tierra, cuando su esposa sugirió culpar a Dios por su situación, contestó: “¿Qué? ¿Aceptaremos de Dios el bien, y el mal no lo aceptaremos?” (Job 2:10 RVR1960). La finalidad del Señor es que dependamos de Él y entendamos “que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Ro. 8:28 RVR1960).

El apóstol Pablo llamó a esta lección “contentamiento”, diciendo “he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (Fil.4:11 RVR1960). Acompañemos al apóstol en esa decisión y vivamos en acuerdo con el contentamiento bíblico.

Nancy Esther Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales ICCCTG

20 comentarios en “Aceptación”

  1. Lilia isabel torres ramirez

    Señor, que tu presencia esté en nosotros en el contentamiento y también en el día de la prueba.
    Dios te bendiga querida Nancy.

  2. Luis carlos cordoba gomez

    En las arbercidades siempre hay que a cordarnos de todos los benefisios con lo que ya Dios anticipadamente nos a favorecido eso de de traer contetamiento a nuestras vidas recordemos siempre que Dios nos a dicho que nunca nos de sanpararia Dios es fiel a sus promesas.

  3. Muy oportuno este devocional para lo que vivimos algunos con las elecciones presidenciales, me edificó esta frase: los días buenos son para gozarlos y disfrutarlos y en la adversidad es para reflexionar, por eso la adversidad enseña

  4. Excelente reflexión, acorde con lo que se está viviendo en este tiempo. Dios siempre está y estará presente en todos los momentos ya sean buenos o malos de nuestra vida, porque El es fiel.
    Gracias querida Nancy por compartir. Bendiciones

  5. Carlos Osorio Berrio

    Nuestro Señor siempre dándonos su palabra, oportuna y verdadera. Gracias amado Padre por tu providencia, tu siempre tienes el control.
    Gravias Nancy por este devocional.

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