Amando a nuestros enemigos

Mi abuelo es sin dudas mi personaje preferido de todos aquellos que he conocido en el mundo.  Su talante político, su defensa de causas perdidas, su paciencia y su actitud ante las injusticias siempre me han cautivado.  Pero sobre todo esto último me ha conmovido hasta lo profundo de mi ser, pues lejos de ser eventos del pasado lejano, he vivido a su lado parte de sus batallas, la más reciente me llevó a muchas reflexiones. 

A fines del año pasado un viejo aparcero de mi abuelo, el cual le había llevado con anterioridad a los tribunales en litigios injustos, revivió otra vez sus odiosas pretensiones.  Cuando supe que a su casa en Valledupar había llegado la notificación judicial por un proceso dispuesto por este señor (que se confiesa cristiano), mi indignación, les confieso, era muy grande.  Mis abuelos, casi octogenarios, no están para esas angustias y, a mi juicio, han sufrido ya suficientes injusticias.  En mi mente no tenía los mejores pensamientos hacia quienes conspiraban otra vez contra alguien a quien amo.

Un poco de ira, otro tanto de frustración, algo de impotencia, todo eso venía a mi mente mientras hablaba con mi padre y me exponía la situación.  En mi cabeza intentaba descifrar el absurdo de esta circunstancia y pensar en qué hacer.  Lo reconozco, creo realmente que no recordé a Dios casi que en ningún momento, y pienso sinceramente que si lo hubiera hecho, habría sido para pedir fuego del cielo y que les consumiese, como Jacobo y Juan en Lucas 9:54.

En cambio, esa misma noche, hablando con uno de mis primos que estaba en casa cuando recibieron la notificación, me comentaba de la actitud de mi abuelo. Con calma recibió el paquete de documentos y, sabiendo ya de quien provenía este embate, se rehusó a leerlo inmediatamente; por el contrario, fue a su cuarto a orar.

Eso me dejó mucho que meditar, esa noche me conmoví profundamente. No sólo era esa fuerte lección aplicada del Apóstol Pablo de “por nada estéis afanosos, sino que sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Flp. 4:6 RVR1960) la que me inquietaba, sino una más difícil, era la de ser consciente del amor que todavía guarda mi abuelo para con este hermano aún con todas las injusticias que le ha hecho

Cristo dio esta lección a sus seguidores en el Sermón del Monte.  Jesús señala a sus oyentes inicialmente: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo” (Mt. 5:43 RVR1960).  Esto parece ser la estructura lógica (para nosotros) con la que entablamos nuestras relaciones interpersonales. Pero Jesús añade: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mt. 5:44 RVR1960). Y nos dice a reglón seguido la razón: “para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mt. 5:45 RVR1960).

Olvidamos muy fácilmente ese mandato de intentar llegar a la perfección de Cristo, de ser imitadores de Él (1 Cor. 11:1 RVR1960), lo cual implica entre otras cosas perdonar a otros como nosotros hemos sido perdonados (Ef. 4:32 RVR1960), y mostrar compasión y amor por nuestros enemigos, muy a pesar de sus afrentas.  Esta enseñanza de Jesús es como una daga que se incrusta en mi corazón, que me refleja esas concepciones mundanas que aún conservamos y estamos llamados a abandonar, cambiándolas por aquellas cosas que Dios nos demanda, como en este caso, poder amar a nuestros enemigos.

Padre bueno, ayúdanos a poder alinear nuestros corazones a tus enseñanzas.

Daniel Fernando Bertel Rodríguez

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

34 comentarios en “Amando a nuestros enemigos”

  1. José Guillermo Torres Salcedo

    Excelente devocional Amigo Daniel, Bendiciones para tí.
    Y si, hay muchos cristianos que no perdonan, que buen ejemplo el de tu abuelo.

    1. Lilia Torres Ramírez

      Doy gracias a Dios porque nos enseña cada día quién es el que libra nuestras batallas. Bendice Señor a ese hermano que con su ejemplo nos da paz y tranquilidad.

  2. Buscar la guía de Dios antes de actuar, antes que nuestras emociones manden donde no tienen porqué, habla del ejercicio en la comunión con el Padre que nos permite tomar las mejores decisiones en los momentos más difíciles. De otra forma nunca vamos a tomar la mejor decisión. Gracias por compartir Daniel.

  3. Que palabra tan edificante nos lleva a exponer cuan débiles somos !! Muchas veces nos cuesta amar a aquellos que nos aborrecen o nos hieren , a veces queremos hacer justicia por nuestras manos y de alguna forma poder aliviar nuestra sed de justicia .. que cristo nos ayude a mirarle y ser como el , que estando ante la cruz solo expuso .. padre perdonales porque no saben lo que hacen !
    Gracias Daniel bendiciones !

  4. Perdonar a nuestros enemigos uno de los mandatos de Cristo ,que requiere morir a nuestro ego para reflejar el caracter de Cristo ¡ Dios ayudanos a lograrlo !

  5. Sonia Marcela Neira meza

    Que buena enseñanza la obediencia no solo nos mantiene en comunión con el señor, también nos hace libre.
    Gracias Daniel, por compartir estas experiencias de tu abuelo, su vida, su dependencia del señor ministras nuestras vidas.
    Nunca olvide una enseñanza de Mari, donde tomaba como ejemplo a su papá y admiraba como en los momentos de más aflicción era cuando más oraba; esto para mi fue tan profundo que su ejemplo ha sido de inspiracion y de mucha ayuda en momentos dificiles.
    Dios bendiga y guarde a su siervo.

  6. Anamerce.contrera@gimail.com

    Exelente enceñanza Daniel,solo estar comunión con nuestro padre celestial nos puede llevar a quebrantar nuestro enojos,y seguir su ejemplo, de perdonar a quienes nos hacen daño.

  7. Maravilloso devocional, llevando las verdades y principios bíblicos a momentos cotidianos, situaciones vividas y sufridas. Sin perder la esencia de las escrituras.
    Gloria a Dios por tu vida.

  8. María José Nieto

    Excelente! Dios permita que podamos interiorizar las palabras de Jesús a tal grado que podamos fijar nuestra vista en lo realmente importante, lo eterno, y ser de testimonio para nuestras generaciones como tu abuelo lo es para ti y para toda tu familia.
    un abrazo, querido amigo.

  9. Carlos Osorio Berrio

    Danie,l admirable pluma, y gran sensibilidad te ha dado el Señor para recoger la cotidianidad y hacerle la relación espiritual. Una poderosa exhortación, un gran desafío y un motivo intenso de oración.
    nada mas oportuno. Dios te bendiga Daniel, gran palabra.

  10. Daniel que devocional más inspirador. El Señor nos ayude a reflejar su amor siempre y a llegar a viejitos inspirando a nuestros nietos como tu abuelo aún te inspira a ti. Que bendición!

  11. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Gracias Dios por recordarnos a través de nuestro hermano el perdonar y amar a nuestros enemigos, aunque sea muy difícil es tu voluntad, ayúdanos señor.
    Dios te bendiga Daniel, que bonita reflexión

  12. Nancy Esther Rodríguez Zuleta

    Hijo, Dios te bendiga. Doy gracias al Señor por el ejemplo que te ha inspirado a tí, a toda la familia y a varias generaciones de cristianos. Gracias por recordarnos esa verdad bíblica sobre el perdón a quienes cuesta más trabajo perdonar

  13. Nellys Marina Rodríguez Zuleta

    Gloria a Dios por su gran misericordia, por el legado de su Santa Palabra y el ejemplo de vida de su siervo, que ha caminando por la senda de Cristo. Gracias, Fercho. Me has conmovido profundamente. Dios te bendiga

  14. Que testimonio y ejemplo del señor Rodríguez de ir inmediatamente a presentarse delante del que tiene el control de todo y saber que un ejemplo enseña más que aún el mismo consejo. Perdonar sólo con la ayuda de Dios

  15. Marysol Rodríguez Zuleta

    Gracias hijo por esta reflexión, me hizo llorar… ciertamente el abuelo tuyo y padre mío es una vida transformada por Dios que inspira a otros… Dios nos ayude a amar a nuestros enemigos.

    1. Daniel Fernando Bertel Rodríguez

      La verdad que siempre me conmueve recordarlo, y sé que puede ser inspiración para muchos. Dios la bendiga tía.

  16. Dios nos ayude todos los días a recordar está palabra que podamos perdonar y es de bendición para que no tenga estorbo nuestra oración. Gracias Daniel Fernando.

  17. Señor, tu nos dices: por nada estéis famosos,
    Padre ayúdanos a llevar nuestras peticiones delante de tí.
    Muy edificante esa palabra, Daniel, Dios te guarde.

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