Atraídos

Siempre que hablo con un nuevo convertido y me pregunta por mi historia con Jesús, empiezo diciendo que nací en un hogar cristiano; generalmente me responden: “¡qué bueno que nunca estuviste de este lado!”. Esa frase produce un choque en mi cabeza, parece que para el interlocutor haber crecido en un ambiente diferente me pone todo más sencillo y me hace menos pecadora.  Sin embargo, por mucho tiempo me sentí como una moneda perdida en la casa, estaba ahí pero al final del día mi corazón no entendía si era sólo por costumbre, porque me decían que era lo mejor o porque yo realmente tenía la convicción de que necesitaba a Jesús.

Durante un largo período de mi vida no me sentí lo suficientemente mala, pero tampoco me sentía buena, tenía desesperación en mi alma, quería experimentar las vivencias de otros, encontrarme a Jesús en el camino a Damasco, algún gesto que me permitiera verlo, una circunstancia impresionante que me cambiara la vida, pues en el silencio satanás me acusaba por mi hipocresía.

En mi corazón decía: “esto no puede ser todo, de esto no puede tratarse el amor de Dios, debe haber algo más”. Por años pensé que le buscaba, pero un día, sin  proponérmelo, Él vino a mi encuentro; ese día me sentí amada, valiosa, perdonada, con todas las personas que existen en el mundo, el Señor se fijó en mí, rompió el silencio y vino a mí siendo yo menos que nada. Allí pude ver la gloria y la santidad de Dios, pero también me enrostró mi pecado, me hizo ver la forma como Él me ve. Jamás había llorado como ese día, pero finalmente entendí el amor y el perdón.

Dice la Biblia en Oseas 11:4 (DHH) “Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de comer”.  A veces ignoramos el mundo espiritual que se mueve a nuestro alrededor y todas las luchas que Dios batalla por nosotros, toda la oscuridad de la que nos libra, las cadenas que rompe y lo mucho que nos ama, aun cuando estábamos separados de Él. Dios nos persigue cada día con su amor imparable e incomparable, con Su misericordia incomprensible y con Su gracia infinita, hasta atraernos a Él, venciendo desde lo más pequeño hasta lo más complejo que nos aleja de Él, no hay pasado, no hay pecado, no hay vergüenza ni dolor que pueda separarnos de ese AMOR.

Dios es Padre, nuestro Padre, quien siempre nos ve y tiene un propósito eterno en cada episodio de nuestras vidas; sabe el camino, el tiempo y la forma de atraernos a Él con ternura y amor, y una vez en Él, por más que intentemos alejarnos, siempre le perteneceremos. No fuimos nosotros quienes llegamos a Él, fue Él quien nos atrajo, pues más profundo que todo nuestro mal es el amor de Dios. Su amor nos arrebató de las garras de la muerte y nos trajo a vida eterna, su amor no sólo nos salva sino que nos transforma; no es nuestro esfuerzo, es la pura e inmerecida gracia y amor de Dios por sus escogidos.

Seguramente tu historia y la mía son diferentes, pero si has creído en Cristo, tenemos algo en común, fuimos atraídos a y por Él, nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo. Ese llamado es eterno e irrevocable, así que nunca dudes del amor de Dios, a pesar de las circunstancias nada nunca te podrá arrebatar de Su mano.

Entonces, ¿cómo vamos a responder cada día a ese amor?

Lisaura Lozada Pedroza

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

18 comentarios en “Atraídos”

  1. Marysol Rodríguez Zuleta

    Oh Señor, gracias por atraernos a ti!!! Eres todo lo que necesitamos, gracias por amarnos y escogernos!!! Gracias Lisa por esta bellísima reflexión 😉

  2. Carlos Osorio Berrio

    que hermosa y desafiante palabra! no cabe duda que Cristo es el todo del hombre. Perdido estaba, más tu me encontraste amado Señor. Ayúdame a encontrar siempre en ti, el refugio y socorro para mi pobre alma menesterosa.

    Gracias Lis por esta sentida y honesta palabra!

  3. Gracias Dios por este amor sin condición por cuidarme, atraerme, llamar mi atención, que cada día pueda agradecer por este gran amor.
    Gracias Lisa. Bendiciones

  4. Eficaz palabras me llegaron a lo más profundo de mi corazón. Fui como esa moneda perdida,la cuál Jesús encontro,
    El vino a mí vida y ahora vivo para Él.
    Gracias Dra Lisaura. Bendiciones

    1. Totalmente hna Cruci, esa era mí situación pero por la bendita gracia de Dios, fuimos atraídos a El y hoy podemos descansar en ese amor. Un abrazo.

  5. Cómo dice la biblia somos ovejas de su prado y nadie nos arrebata de su mano, gracias Señor por abrir nuestros ojos y permitirnos conocer tu luz. Gracias Lisa

  6. Lilia Torres Ramírez

    Gracias Señor por amarnos tanto y darnos tu ternura en los momentos difíciles. Hermosa reflexión. Dios te bendiga hermanita.

  7. Judith Benedetti

    Amor de Dios inmenso amor, aveces nos cuesta creer que nos ame de tal forma sabiendo quiénes éramos y aún quiénes somos

  8. Nancy Esther Rodríguez Zuleta

    Su Gracia… Tan sencilla pero tan difícil de explicar, sólo podemos aceptarla y nada más… Así de simple. Gracias Lisaura por recordarnos este fundamento que tendemos a olvidar sobre todo cuando se nace en un hogar cristiano

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