Aunque mi madre me olvide

Cuando estudiaba medicina, recibí en urgencias un pequeño niño que tosía incontrolablemente, dificultándosele mucho la respiración.  Hacía poco habíamos recibido clases sobre los tipos de tos y recordaba en particular la tos perruna, que suena como el ladrido ronco de un perro grande. Este bebé tenía una tos que simulaba un perro pequeño, de ladrido muy agudo.  

La criatura se complicó tanto que fue necesario intubarlo y como no había disponible un ventilador artificial, varios estudiantes nos turnamos todo el día para ventilarlo con una bomba manual.  Llegada la noche, después de esforzarnos por muchas horas para mantenerlo vivo, debíamos ir a casa… seguíamos sin ventilador mecánico y no sabíamos qué hacer ni qué decir.

De pronto, la madre del niño, una mujer muy humilde, se acercó y preguntó qué pasaba.  Le explicamos y  llorando nos dijo que no sabía hacerlo, pero que si le enseñábamos cómo, ella mantendría a su hijito con vida.  Escépticos, le dimos un curso rápido de ventilación mecánica, temiendo que el niño moriría en la noche o la madrugada. Sin embargo, a la mañana siguiente, ¡oh sorpresa!, la madre, aunque estaba a punto de desfallecer por el esfuerzo de toda la noche, no sólo lo había mantenido vivo, sino que como el patrón respiratorio había sido constante, iban a retirarle el tubo para que respirara por sí solo.  Gracias al amor de su madre, aquel pequeñito ¡se había salvado!

Esta historia me lleva a pensar en el gran amor y la misericordia de nuestro Dios. Como seres humanos, quizás no podemos imaginar un amor mayor que el maternal.  Sin embargo, el Señor nos hace una declaración de amor que supera cualquier concepto humano. Isaías 49:15-16 dice que aún si nuestra madre se olvidara de nosotros, nuestro Padre Celestial nunca lo haría… ¡que profundo y grande es su amor! ¡Estamos grabados en las palmas de sus manos!  Erróneamente, tendemos a creer que podemos hacer algo para atraer ese amor de Dios, o que alguna cosa que hagamos podría hacerlo mermar; pero no es así. Jeremías 31:3b (RVR1960) dice: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.

Romanos 8:35 (RVR1960) enseña: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación o angustia, o persecución o hambre o desnudez, o peligro, o espada?” Posteriormente expresa (vs. 36-37) que aún en peligro de muerte,  “somos […] vencedores, por medio de aquel que nos amó”. No significa que no vendrán dificultades, dolores, y hasta la muerte, sino que en medio de todo, nuestro Padre sigue amándonos con amor omnipotente y eterno.

Uno de los pasajes más consoladores para mí, en la Palabra de Dios, es la declaración que sigue a estos versículos: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Ro. 8:38-39 RVR1960).

Frecuentemente, las adversidades, los afanes y el materialismo del mundo se levantan a nuestro alrededor haciéndonos perder de vista esta gran verdad que da sentido a toda la Sagrada Escritura: DIOS NOS AMA. Por eso es importante que una y otra vez volvamos sobre la grandeza de esta realidad salvadora: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16 RVR1960).Podemos estar seguros, ÉL NOS AMA, hasta la muerte, y por la eternidad, así lo ha prometido, así lo ha demostrado.

¡Nunca podré agradecer lo suficiente por tu gran amor, Señor! ¡Que mi alma no lo olvide!

Nellys Marina Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

14 comentarios en “Aunque mi madre me olvide”

  1. Carlos Osorio Berrio

    Bendito Señor, que hermosa palabra nos has regalodo para iniciar el día y la semana: Dios me ama!!
    Gracias Nellys por esa bella reflexión!!!

    1. Lilia Torres Ramírez

      Dios me ama y no quiero olvidarlo nunca. La seguridad de tener un Padre amoroso, no llena de gozo. Hermosa palabra. Dios te bendiga Nelly Marina.

  2. Juan Gabriel Morales Fuentes

    El amor de Dios por su pueblo no cambia. No depende de nuestro comportamiento. Se mantiene porque Dios es fiel. Eso nos debe dar seguridad para no temer las adversidades.
    Gracias, Nellys Marina, por dejarte usar por el Señor para compartir esta reflexión de Su Palabra.

  3. Esta reflexión me recordó una canción que dice “no hay momento de vivir en lamento cuando pienso en cómo Él nos ama, Oh El nos ama” Gracias Señor me amas más que nadie. Tu amor es eterno e incondicional. Gracias Nelly escribes muy lindo

  4. Guillermo Villamizar

    La evolución de esa “criatura” durante esa noche no es comprensible.. Qué pasó en su fisiología? Cómo toleró semejante prueba?

    Aunque fue mucho el esfuerzo de la madre para reanimarlo, tal vez también muchas fueron sus plegarias y posiblemente también lo fueron las de quienes estaban cerca del niño en ese momento.

    Es tan grande el amor del Padre que cambia el destino de algunos que se acercan a la muerte? O es una prueba que remueve al individuo y los que están a su alrededor?
    Gracias por la reflexión

    1. Nellys Marina Rodríguez Zuleta

      Así es, realmente, no había mucha esperanza médica para ese pequeño, y no puedo explicar como sobrevivió a esa noche, pero sin duda el amor y el poder de Dios se manifestaron allí

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