Cataratas

Mi suegro hizo sus estudios técnicos en topografía, se desempeñó por muchos años como topógrafo.  Cuenta mi esposo que era supremamente recio a la hora de trabajar, pocos podían seguir su ritmo y su temperamento.  Sin embargo, producto del ejercicio de su labor, desarrolló cataratas en ambos ojos, así que sus últimos trabajos fueron dirigidos por él pero ejecutados en la práctica por mi esposo cuando ya él era adolescente.  Los dos ojos de mi suegro fueron intervenidos y su vista mejoró, pero ya no volvió a ejercer.

Según el blog de la Clínica Baviera, “Las cataratas […] aparecen cuando el cristalino, la lente natural que permite enfocar los objetos y favorece el paso de la luz hasta la retina (junto a la córnea), va perdiendo transparencia poco a poco y esto afecta a la visión”.  El mismo portal indica que pueden deberse a la edad o ser congénitas, también pueden venir asociadas a otras enfermedades, traumas o por el consumo de algunas sustancias, y afirma que “se han publicado ciertos estudios que vinculan la aparición de las cataratas a otros factores como la exposición a los rayos ultravioletas del sol, la obesidad, el tabaquismo […] El único tratamiento útil para la catarata, actualmente, es la cirugía” [1].

El pecado, de algún modo, actúa como las cataratas, nubla nuestra visión, impide que veamos con nitidez, todo se ve opaco y borroso. Dice Jesús: “El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero, si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!” (Mt. 6:22-23 NVI).

 

Cuando en este pasaje se habla del ojo, no se refiere a los ojos físicos, sino a la manera en que nuestra mente y corazón interpretan lo que percibimos.  Los ojos espirituales leen las situaciones y deciden sobre cualquier asunto de acuerdo con dicha lectura.  Si nuestros ojos están enfermos, necesariamente juzgaremos mal, tendremos la vista empañada, veremos las cosas distorsionadas y tomaremos determinaciones igualmente erradas.

Un jefe muy apreciado que tuve solía decir “cada quien lee en su libro”, esto decía queriendo expresar la tendencia de cada persona a interpretar un mismo escrito a su favor y conveniencia, tomando de él lo que se ajustara a sus pretensiones.  Ante cualquier situación particular, tendremos tantas “lecturas” como personas haya, cada percepción y su consecuente decisión dependerá del ojo con el que se mire.

Siendo esta percepción tan importante a la hora de tomar decisiones, ¿nos hemos hecho revisar los ojos por el Espíritu Santo?  Puede ser que nuestra vista se encuentre opaca, borrosa, nublada o totalmente obstruida en ciertos aspectos y hayamos estado juzgando equivocadamente.  La Palabra de Dios no tiene diversas interpretaciones porque una sola es la intención del autor y no debe confundirse, ella es la lámpara que guía nuestros pies, la lumbrera en nuestro camino (Sal. 119:105), su enseñanza “da luz, de modo que hasta los simples pueden entender” (Sal. 119:130 NTV).  Sólo la Biblia revelará lo verdadero para que nuestros ojos vean claramente, las Escrituras contienen la voluntad de Dios para nosotros y tienen el poder para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón (He. 4:12).

No permitamos que los sentimientos y pensamientos pecaminosos que nos producen los acontecimientos nublen nuestra visión, no dejemos que el deseo de nuestros ojos nos guíe (1 Jn. 2:16 RVR1960).  Las cataratas del pecado tienen solución mediante la cirugía que sólo el Espíritu Santo puede hacer, su Palabra penetrará y nos dará luz, acudamos a Él.

Marysol Cecilia Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales Diarios ICCTG 

23 comentarios en “Cataratas”

  1. Que gran reflexion , las cataratas pecaminosas nublan nuestra vista espiritual y en su totalidad nuestro ser , asi como el ciego clamaba.hijo de david ( Jesus Cristo) abre mis ojos ese debe ser nuestro clamor y Dios lo hara a traves de su palabra.

  2. Nancy Esther Rodríguez Zuleta

    Ciertamente, la visión espiritual es más importante que la física porque es ella la que nos lleva a decidir el camino por el cual transitamos. Si esa visión está nublada muy seguramente nos tropezaremos y desviaremos de la voluntad del Padre Celestial. Excelente reflexión manita, un abrazo.

  3. Ese devocional me hizo recordar unas gotas oftalmicas bastante viejitas Eyemo refrescante a la vista como lo es la palabra a los ojos espirituales

  4. Amén. Gracias Dios por tu palabra porque es lumbrera a mi camino, ayudame Dios a que esa lampara sea mi guía en todo tiempo.
    Gracias Mary

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