Clama a mí

Mi papá encontró una manera de pasar un rato entretenido con sus seis hijas al tiempo que nos enseñaba a través de narraciones que noche a noche esperábamos, así aprendimos muchas historias bíblicas, acertijos, cuentos y narraciones seculares. La parte más divertida era el suspenso, cuando la historia estaba más interesante, mi papá se ponía misterioso y nosotras comenzábamos a preguntar qué pasaría con los personajes o cuál sería la respuesta de la adivinanza. Al día siguiente, cada vez que lo veíamos, le hacíamos preguntas acerca de lo que había quedado pendiente aun sabiendo que el misterio continuaría hasta la noche.

El ministerio del profeta Jeremías se desarrolló en una época complicada de la historia del pueblo de Israel. Mientras los falsos profetas hablaban palabras de esperanza y libertad, Jeremías proclamaba que iban a ser llevados cautivos a Babilonia durante setenta años, esto generaba muchas presiones sobre él. Jeremías se cuestionaba a sí mismo, su ministerio, su relación con Dios y, por si fuera poco, los líderes políticos y religiosos también lo perseguían, al punto de colocarlo en la cárcel mientras se definía la situación de la caída del Reino del Sur y su capital, Jerusalén.

Al igual que en los tiempos del profeta, siempre ha existido una curiosidad natural acerca del futuro y de las cosas desconocidas; en realidad, especulamos sobre lo que no conocemos. Ni el mismo Jeremías tenía claros algunos detalles de lo que estaba sucediendo, por eso el Señor le dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jr. 33:3 RVR1960). El texto sugiere que le revelaría cosas que estaban más allá de la comprensión humana y que sólo tomarían forma en el contexto histórico del momento.

La Biblia dice en Deuteronomio 29:29 que “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre”. El Señor revela sus secretos a quien quiere y en el momento preciso; las verdades espirituales contenidas en su Palabra se abren a nuestra comprensión cuando las buscamos en su secreto, como aprendió Jeremías: “Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?” (Jr. 23:18 RVR1960).

Ya el Señor le había dicho al profeta: “Más alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová” (Jr. 9:23 RVR1960). Jeremías entendió desde el principio de su ministerio que debía ir al secreto del Señor y clamar por su revelación. En lo personal, me identifico mucho con él y le llamo “el profeta preguntón”, porque el Señor siempre respondió a sus inquietudes.

A Dios siempre le ha interesado que la humanidad le conozca, revelar su sabiduría contenida en todo lo creado, por eso Romanos 1:20 dice: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (RVR1960). Ya Él ha revelado todo lo que quiere que sepamos, sólo hay que buscarlo como a un tesoro en su Palabra y en la revelación máxima que nos ha sido dada: Jesús. Sabiendo que “en [Cristo] están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Col. 2:3 RVR1960).

Cuando las circunstancias sean difíciles de entender, siempre podremos clamar a nuestro Padre Celestial para descubrir en su Kairos cómo los misterios contenidos en su Palabra son revelados y aplicados en forma particular, justo en el momento indicado. ¡Clama a mí! Sigue diciendo el Señor.

NANCY ESTHER RODRÍGUEZ ZULETA

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG.

22 comentarios en “Clama a mí”

  1. Marysol Cecilia Rodríguez Zuleta

    Oh sí, en todo tiempo podemos clamar al Señor y estar seguros de que nos escucha, Gloria a Dios!!! Gracias manita por compartir, un abrazo.

  2. Sabía reflexión; pues me motiva a seguir clamando a ese Dios que convencida sé que me escucha y me responde conforme a su voluntad y me enseña sus secretos atraves de su palabra.
    Gracias querida Nancy
    Bendiciones, abrazos

  3. El clamor es un estilo de vida del cristiano , orden que el mismo Dios nos da “Clama a mi y yo te responderé cosas grandes y ocultas que tú no conoces”

  4. Nellys+Marina+Rodríguez+Zuleta

    Como cuando era niña, sigo anhelando ver esas cosas grandes y ocultas que aun no conozco. Clamo a ti, Señor!.
    Gracias por compartir esta meditación, hermana

  5. Amén. Gracias Dios porque solo tu tienes la respuesta y solo en ti está seguro nuestro futuro. Clamar a tí nos da esa confianza y esperanza.
    Gracias Sra. Nancy saludos

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