Creados para Buenas Obras

Este año, para el cumpleaños de mi hijo Emanuel, mi esposo y yo nos encargamos de planificar todo lo que pasaría en este día especial. Una semana antes hicimos la compra online de su regalito para que estuviera antes de su cumpleaños; buscamos en internet decoraciones de fiestas con motivo de la película Cars, tomando de cada página que veíamos aquello que considerábamos estaba dentro de nuestras posibilidades hacer en términos de “habilidades artísticas”.

Cuando tuvimos la idea clara, el día que le correspondió salir de acuerdo con las normas  de la cuarentena para nuestra ciudad, mi esposo compró las cartulinas y todo el material que íbamos a necesitar para hacer la decoración. Pasamos la semana entera recortando y haciendo figuritas, letras, conos, etc.  Debo decir que todo el esfuerzo valió la pena, nuestro hijo pasó un cumpleaños muy feliz y, aunque la decoración no estuvo perfecta, nos llenó de mucha satisfacción el hecho de saber que ambos participamos de la misma y que había quedado bonita a nuestro parecer.

La Biblia dice que “somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Ef. 2:10 NVI).  Dios ha planificado no sólo un episodio, ha diseñado cuidadosamente cada detalle de nuestras vidas.  Dios es tan perfecto que su plan no da lugar a errores o imperfecciones.

Estamos en la tierra para cumplir el propósito de andar en las buenas obras que “Dios dispuso de antemano para que anduviéramos en ellas”. La Biblia dice que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana (Lm. 3:22-23), así que tenemos cada día 24 horas para disfrutar de la dicha de no recibir lo que merecemos, sino que nos da el Señor la oportunidad de caminar en fe, sabiendo que Él dispuso todas las cosas para el bien de quienes lo aman (Ro. 8:28)

Pero ¿cómo podemos saber cuáles son esas obras que Dios preparó para nosotros cada día?  La Biblia dice “dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta” (Ro. 12:2 NTV).

En la medida en que nos llenamos de la Palabra de Dios y nos disponemos a que esa Palabra cambie nuestra manera de pensar y ver cada circunstancia, el Señor a través de su Santo Espíritu nos va a ir mostrando su buena voluntad. ¡Dios es un Dios que habla! Es el Padre amoroso que está dispuesto a mostrarnos su camino y lo que ha planeado para nosotros, pero nosotros debemos ser intencionales en vivir cada día afinando nuestro oído para escucharlo.

Tal vez el Señor ponga en tu corazón sembrar con alimentos a un vecino que esta padeciendo necesidad, o te inquiete a llamar o escribir a un hermano con el que hace tiempo no hablas, o te ponga a orar por alguien de tu familia, o te mueva a compartir su Palabra a alguien que sabes que necesita oír del Señor.

Sabemos que a Dios le agrada que estudiemos su Palabra, pero es necesario que esa Palabra sea puesta por obra porque “¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” (Stg. 2:14 RVR1960)

¿Qué cosas Dios está poniendo en tu corazón hacer hoy?  Deléitate en cumplir aquello que ya Dios diseñó en su plan perfecto. Pregúntale al Señor: “¿Qué quieres que haga hoy?, ¿cuál fue la buena obra que preparaste para mí este día que bendice mi familia, mis vecinos y mi iglesia?”. Una vez tengas respuesta, ¡actúa!

 

Tatiana Porto Neira

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

8 comentarios en “Creados para Buenas Obras”

  1. Sonia Marcela Neira meza

    Amen, Gracias señor por tu palabra, ayúdanos a tener pasión por las almas, y ser constantemente obreras de tu reino.
    Gracias Taty Dios te bendiga.

  2. Gracias señor porque es hora de actuar. Gracias por tu palabra que es alimento que nos nutre cada día para poder bendecir a otros. Gracias Tati tú cómo siempre tan ordena. Muy buen ejemplo.

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