De la mano derecha

“La lateralidad es la preferencia que muestra la mayoría de los seres humanos por un lado de su propio cuerpo… La mayoría de los seres humanos son diestros. También la mayoría muestran un predominio del lado derecho. Es decir, que si se ven obligados a elegir prefieren emplear el ojo, o el pie o el oído derecho. La causa (o causas) de la lateralidad no se comprenden del todo, pero se piensa que el hemisferio cerebral izquierdo controla el lado derecho del cuerpo, y el hemisferio izquierdo resulta ser el predominante”.[1]

De acuerdo con lo anterior, tenemos una mano dominante y una mano no dominante. “El concepto de mano dominante hace referencia a una mayor habilidad, rendimiento, rapidez, precisión o a una preferencia individual por el uso de una mano determinada (la derecha, en el caso de los diestros; o la izquierda, en el caso de los zurdos). La mano menos capaz o por la que se muestra una menor preferencia, se llama mano no dominante”.[1]


Como mi mano dominante es la derecha, me acostumbré a hacer muchas cosas con mi brazo izquierdo, como cargar mi bolso o un bebé, para dejar libre mi mano derecha y así tener la opción de defenderme, por así decirlo, con mi brazo más fuerte. Por eso me resultaba complicado asimilar el concepto contenido en Isaías 41:10-13.“Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (vs. 13 RVR1960).Me gustaba la última parte, pero eso de que me sostuvieran de la mano derecha… no tanto. Hasta pensé: “Es que a mí no me gusta que me lleven de la mano derecha porque me inutilizan mi mano dominante y me siento indefensa”. A la verdad, así sucede a muchos cristianos, nos gusta saber que tenemos un Dios poderoso que nos cuida y nos defiende, pero realmente a veces no queremos dejarnos llevar de la mano derecha.

Lo que comprendí después fue que el Señor nos toma de la mano derecha, de la mano dominante, para que dependamos totalmente de Él y no intentemos ayudarlo o tomar iniciativa por nuestra cuenta; porque la mano no dominante, la que nos queda libre, difícilmente nos sirve para pelear contra el enemigo.

Lo más importante de todo lo que Dios me permitió entender es que, mientras el Señor nos toma de la mano derecha, Él va delante derrotando a nuestros enemigos con su mano derecha victoriosa. “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa” (vs. 10 NTV).

A la final, “buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra” (vs. 12 RVR1960). ¿Qué enemigo estás enfrentando? Será derrotado por la diestra victoriosa del Señor, sólo déjate llevar de la mano derecha.

Nancy Esther Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales ICCCTG

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Lateralidad

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Mano_dominante

18 comentarios en “De la mano derecha”

  1. Luis carlos cordoba gomez

    Dios amuchos les a dado el don de poder utilizar ambas manos. como es el caso de los semi diestros. Sea cual sea el braso izquierdo o derecho es Dios que a diestra mi braso para la vatalla el da las fuerzas al cansado.

  2. Lilia isabel torres ramirez

    Hermoso recordatorio de cómo el Señor nos ayuda en los momentos en que nuestras fuerzas desfallecer.

    Gracias Nancy. Dios te bendiga, un abrazo.

  3. Que firmeza me da el recordar que el Dios Altísimo me sostiene con su mano derecha.
    Gracias Querida Nancy por compartir
    Edificante reflexión. Bendiciones

  4. Yasmin Dittz tajan

    Tu diestra nos sostiene señor y que seguro caminamos de tu mano.
    Gracias Nancy está palabra compartida nos da tranquilidad.
    Bendiciones

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