Detrás de cada encargo

Hace muchos años, cuando empezaba en el cristianismo, mi líder de jóvenes me encomendó una tarea. Tendríamos otros jóvenes invitados de una iglesia de la misma denominación y Él quería tener un detalle con ellos una vez finalizada la actividad. El detalle consistía en unos separadores de libro hechos a mano, y la encargada del asunto era… ¡yo!  En ese momento recuerdo haber pensado: “¿a mano?, ¿en serio?, ¿por qué yo?”.  Elaboré los separadores, pero viene a mi memoria también que no afronté la tarea con la mejor actitud, ignorando que detrás de ese encargo estaba el Señor probando mi fidelidad.

La Biblia nos narra una historia de “un hombre que tenía que emprender un largo viaje. [Él] reunió a sus siervos y les confió su dinero mientras estuviera ausente… Al primero le dio cinco bolsas de plata; al segundo, dos bolsas de plata; al último, una bolsa de plata” (Mt. 25:14-15 NTV).  Los siervos que recibieron cinco y dos bolsas de plata trabajaron y duplicaron esa suma. “Pero el siervo que recibió una sola bolsa de plata cavó un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su amo.” (vs. 18 NTV)

Cuando el amo regresó de su viaje y llamó a los siervos para que rindieran cuentas de lo que habían hecho con su fortuna, elogió a quienes generaron ganancias. En cambio, al siervo que escondió el dinero, lo llamó “perezoso y perverso”, por no haber siquiera llevado su parte al banco para obtener al menos los intereses.

Detrás de cada tarea que se nos delega, sea en nuestro trabajo, estudios, familia o iglesia, SIEMPRE está el Señor probando nuestra fidelidad, viendo cuán confiables somos en esos “pequeños encargos” y si somos dignos de que se nos encomienden las riquezas espirituales.

Muchos de nosotros anhelamos que Dios haga grandes cosas en nosotros y a través de nosotros, deseamos que Dios nos entregue grandes porciones de su reino, pero olvidamos que Él nos prueba en lo pequeño y que, si somos fieles en lo poco, entonces nos dará lo mucho (Mt. 25:23).

Piensa en las cosas que te han confiado en tu trabajo (tareas, proyectos, clientes, etc.), en tu familia (cónyuge, hijos, hermanos, labores del hogar, entre otros), en la iglesia (ministerios, personas, talentos y demás); ahora pregúntale al Señor ¿estoy siendo fiel con lo que me has encomendado?, ¿estoy procrastinando las tareas que me han sido delegadas?  Es posible que nos hallemos como el siervo malo, que prefirió no esforzarse aludiendo que conocía la dureza de su amo. ¿Cuáles son tus excusas para no obrar con fidelidad?

Necesitamos aprender a reconocer quién está detrás de cada uno de esos pequeños (o grandes) encargos y saber que cada tarea que se nos delega, para el Señor es.   Nadie que sea sensato da a administrar dinero a otro si no confía en esa persona. No defraudemos la confianza que el Señor ha depositado en nosotros entregándonos tantos tesoros valiosos en nuestras manos para que Él sea glorificado.

¿Qué palabras queremos escuchar del Señor cuando venga a pedirnos cuentas de sus “bolsas de plata”?, ¿alabanzas o reprensiones? La Biblia advierte en el mismo pasaje que a los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen” (vs. 29).

Si esperamos cosechar mañana debemos ser fieles ahora,  así que busca una pala, desentierra la bolsa de plata que hayas escondido y ponte a trabajar hoy mismo.

Tatiana Porto Neira

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

14 comentarios en “Detrás de cada encargo”

  1. En esta cuarentena hemos tenido espacios para poner en práctica como estamos haciendo los encargos que se nos han asignado cual ha sido nuestra motivación

  2. Confrontante devocional. Tenemos muchas excusas para esconder eso que Dios nos ha entregado. Perdoname Dios.
    Gracias Tati Dios te bendiga.

  3. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Señor ayudame a ser fiel en todo lo que me has confiado, gracias por qué eres Dios de oportunidades y misericordia.
    Bendiciones.

Responder a Nelly Susana Narváez Oviedo Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *