Edifíquense unos a otros

Han transcurrido más de ciento veinte  días desde que comenzó la pandemia del Covid-19 y aún no hay esperanza de tener una vacuna que pueda prevenir la enfermedad producida por el virus, que tantas muertes ha causado en el mundo.

A todos se nos ha exigido quedarnos en casa y observar las medidas de bioseguridad.  Las frases en boga en este tiempo son “quédate en casa”, “lávate las manos”, “guarda la distancia” y “usa el tapabocas”.  En medio de este aislamiento al que nos hallamos sometidos, viene a mi mente el texto de 1 Tesalonicenses 5:11: “Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo” (NVI).

Pablo, escribiendo a los cristianos de la Iglesia de Tesalónica en el contexto de la segunda venida de Jesucristo, pide a los hermanos que se animen y se edifiquen unos a otros, tal como lo vienen haciendo.  Esta es la actitud correcta para sobreponernos al desánimo que suele venir en situaciones difíciles.  Los cristianos estamos llamados a animarnos y edificarnos unos a otros con la Palabra de Dios que “es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (He. 4:12 RVR1960).

La Palabra de Dios no ha escaseado en estos tiempos tormentosos. Dice el salmista: “Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado” (Sal. 119:50 RVR1960).  Las Sagradas Escrituras son nuestro consuelo, tienen el poder de vivificar, de dar vida, de animar, de fortalecer al débil, de limpiar al sucio.  Para quienes creemos en el Señor Jesucristo, nuestro mejor aliciente en todo tiempo es la Palabra del Señor.    

Hemos sido llamados a ser edificadores del reino de Dios, teniendo como principal piedra y fundamento a Jesucristo.  Cada uno debe mirar como está edificando su propia vida y la de los demás. El apóstol Pablo advierte: “Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo. El que edifica sobre este fundamento podrá usar una variedad de materiales: oro, plata, joyas, madera, heno u hojarasca. Pero el día del juicio, el fuego revelará la clase de obra que cada constructor ha hecho. El fuego mostrará si la obra de alguien tiene algún valor” (1 Co. 3:11-13 NTV).

Al final  de los tiempos, el día del juicio, todas nuestras obras, sea que hayamos edificado o no sobre el fundamento, que es Jesucristo, el fuego lo revelará.  Las llamas mostrarán la clase de obra que cada uno de nosotros como constructor ha hecho.  Sin embargo, no debemos esperar el día del juicio para conocer qué tan sólida ha sido nuestra construcción; desde ya podemos saber que, si estamos edificando los valores del reino de Dios en nuestras vidas y en las de los demás, el fuego exhibirá que nuestra obra tiene valor.

Desde la distancia y el aislamiento, les animo a que sigan edificándose unos a otros como lo vienen haciendo, “y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5:23 RVR1960).

Pr. Náfer López Pérez

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

13 comentarios en “Edifíquense unos a otros”

  1. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Que bonita reflexión pastor, El señor nos de las fuerzas y la sabiduría para continuar animándonos y ayudándonos los unos a los otros.

  2. Amén, que nos podamos estimular a la fe y las buenas obras. Los testimonios que los hermanos comparten por la sala virtual son de mucha bendición. Gracias pastor Nafer, un abrazo y muchas bendiciones

  3. Que sublime y esperanzador saber que en Cristo podemos edificarnos como flia de la fe y a los que tienen necesidad de Él.
    Gracias mi Amado esposo por tan sabía reflexión. El Espíritu Santo te siga inspirando .

  4. Amén. Dios nos ayude animarnos y poder ser de bendición, porque así como lo dice su palabra mejor son dos que uno.
    Gracias Pastor Nafer. Bendiciones.

  5. Pr. Carlos Osorio Berrio

    Amén, que oportuno recordatorio:”animémonos y edifiquemonos mutuamente”
    gracias pastor Nafer, que el Señor le bendiga!

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