El Cuerpo

Alguna vez fui parte de una iglesia donde el pastor era muy talentoso, era quien tocaba la guitarra y cantaba, predicaba, daba los anuncios, recogía las ofrendas  y administraba las finanzas; ¡era todo en esa comunidad! Los demás miembros asistíamos cada domingo para presenciar “un monólogo”.  No lo había notado hasta cuando el pastor se vio envuelto en una situación que lo obligó a dejar el ministerio, o mejor “los ministerios” ejercidos.  Luego, aquella congregación se vino abajo pues a nadie se le habían delegado funciones y el centro de aquella iglesia no era Cristo, era el pastor.

La palabra de Dios dice que somos un cuerpo compuesto por muchos miembros (1 Co. 12:14).  Es sustancial confiar ministerios a otros porque el Señor mismo otorgó dones a cada uno de nosotros. No es saludable envidiar o pretender reemplazar la función de otros miembros menospreciando la nuestra, porque “Dios ha puesto cada parte justo donde él quiere” (1 Co. 12:18 NTV).  

Hay partes del cuerpo que tienen funciones múltiples, un ejemplo de ello es la boca, por la cual se ingieren alimentos y salen palabras, sin embargo, la boca no realiza dichas funciones sola, necesita de muchas otras estructuras para cumplir estos oficios[1]. 

Podríamos hacer respiración bucal reemplazando la nariz, no obstante, según la Otorrinolaringóloga Nellys Rodríguez: “La fisiología de la vía respiratoria indica que la respiración debe ser por la nariz, porque está tiene la capacidad humedecer, calentar y purificar el aire, permitiendo que este llegue en las condiciones adecuadas a la vía aérea inferior, evitando que se reseque y se irrite.  Además, hay un reflejo llamado naso-pulmonar, en el cual no importa cuánto aire tomes por la boca; si el sistema nervioso no percibe que es por la nariz siempre habrá una sensación de ahogo”.  Nuestro cuerpo es tan perfecto que cada parte tiene una función principal, cuando un miembro trata de ejecutar el trabajo de otro, no solo se afecta él mismo, sino que puede afectar a otros miembros.  

 

En la iglesia, es posible que tengamos más de un don de Dios, así que no es malo explorar y tratar aprender a hacer lo que otros hacen, lo que no significa que debamos acapararlo todo, no sería lo correcto, alguien terminará finalmente herido o agotado. Todos tenemos destrezas y habilidades, ofrezcamos nuestros talentos al Señor y él nos usará, pues la obra no es del hombre sino de Cristo, quien es la cabeza de todo el cuerpo. 

No nos frustremos si nuestra función no es notoria, porque “los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables” (1 Co. 12:22. NVI).  Tal vez no sintamos que somos admirados ni estimulados por nadie; puede que seamos quienes oran por los líderes en secreto; quizás seamos esos miembros que, aunque nadie lo note, predicamos a nuestros vecinos y amigos con un gran testimonio; probablemente nuestra función principal sea administrar bien una familia y llevarla a los pies de Cristo; aunque no muchos lo vean, esto es tan importante dentro del cuerpo como la predicación desde el púlpito, la alabanza entonada y todas aquellas funciones que son más visibles.

Es agradable escuchar que a alguien le gustó lo que hicimos, pero no debemos anhelar ni atesorar el halago y la aprobación humanas.  Aunque nadie se acerque a decirnos lo bien que predicamos, o lo lindo que entonamos la alabanza, si nadie admira nuestro arte o la buena redacción de nuestros escritos, recordemos que es a Cristo a quien se debe admirar y reconocer, y que lo que hacemos dentro del Reino, por pequeño que parezca, es muy importante para Dios y para el cuerpo. ¡Ánimo! La iglesia no se detiene y nuestras funciones tampoco.

Lina Zea Navarro

Equipo Devocionales Diarios ICCTG

30 comentarios en “El Cuerpo”

  1. Carlos Osorio Berrio

    Asi es, somos un cuerpo, el cuerpo de Cristo; y cada miembro es vital para el buen funcionamiento de todo y sobretodo importante para llevar gloria al Señor y extender su reino.
    Gracia Lina por esa palabra

  2. Dios demanda de nosotros que usemos nuestros talentos y dones que el nos dió para el servicio y Gloria de Él, Somos el cuerpo de Cristo y todos cumplimos una función específica y especial 🙂

    1. Lilia Torres Ramírez

      Gracias Señor por mostrarnos cada día que eres la cabeza de este cuerpo que es la iglesia. Que gran bendición es tenerte por guía. Gracias Lina.

  3. Amén gracias Lina por esa palabra
    Que podamos usar nuestros dones . como familia del cuerpo de Cristo que podamos exaltar a cristo con cada uno de nuestros dones …

    1. Que todo lo que hagamos sea para la Gloria de Dios, que no busquemos nuestro beneficio o admiración de los hombres.
      Gracias Precumpleañera Bendiciones

  4. Somos un cuerpo en Cristo para su propia edificación y la de su iglesia, por los méritos de su inmenso amor.
    Gracias querida Lina.
    Bendiciones

  5. Así es, somos un cuerpo y cada miembro es importante, Dios nos ayude a poner nuestros talentos y dones a su servicio siempre. Gracias Lina!

  6. Si Lina, tener en cuenta que somos un cuerpo y que cada miembro cumplimos funciones diferentes y por tal motivo hay funciones que algunos les agrada más que otras y por eso los halagos no deben determinar nuestro objetivo. Todo lo que hagamos sea para Dios

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