En medio de este caos mundial, de tanta angustia, desesperación, miedo y desesperanza pienso en el pueblo de Israel mientras caminaban por el desierto. Durante cuarenta años estuvieron caminando guiados por Dios. Quisiera preguntarte, al décimo año de caminata, si estuvieras en la misma situación ¿no entrarías en duda acerca de la pericia del guía?
Estudié en un colegio con formación militar, como era de costumbre, los oficiales decían que teníamos un ejercicio militar que se llamaba orden abierto. Consistía en recibir toda la instrucción por fuera del colegio en lugares abiertos, normalmente era en lugares solos y alejados de la civilización a los cuales debíamos llegar caminando.
En una ocasión, luego de andar por dos horas, no veíamos ni por asomo el lugar a donde nos estaban llevando. Al cabo de cuatro horas de haber iniciado la marcha preguntamos al oficial hacia a dónde íbamos, sólo nos respondía: “sigan caminando”. Nos dimos cuenta de que el oficial se había perdido (y nosotros con él), se quitaba la gorra y se rascaba la cabeza, ¡no encontraba el camino con la brújula! ¡Qué miedo! Ese día caminamos durante ocho horas; cuando llegamos a un lugar conocido, ¡que felicidad!
El pueblo de Israel estuvo caminando sin saber dónde estaban o a dónde iban; no tenían agua, no había baños cerca, ni entretenimiento (Netflix, YouTube, etc.), no había supermercados, no tenían ninguna de las comodidades de las ciudades modernas. Pero ellos seguían caminando a donde el Señor les guiaba, tenían al mejor guía, el Señor, y Él mismo les sustentaba.
Éxodo 13:21-22 no lo podría decir mejor “y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego”.

Me encanta este pasaje. Hay algo que quiero resaltar y no es solo las columnas de nube y fuego, que de por sí fueron algo extraordinario para el pueblo; hablo de los propósitos que Dios tenía con esto. Analicemos el versículo, por un lado, la columna de nube les guiaba en el camino de día, por el otro una columna de fuego les alumbraba de noche, pero lo mejor es lo que dice después: a fin de que anduviesen de día y de noche. Por sobre cualquier cosa el propósito de Dios era que no dejaran de caminar.

De la misma forma, nosotros debemos seguir caminando. Para hacerlo, necesitamos seguir buscando la columna de nube que nos guíe en nuestros mejores días y la columna de fuego para que nos alumbre aun cuando todo está oscuro a nuestro alrededor. ¡Tenemos al mejor guía!, Él nunca pierde la brújula, Él es nuestro guía de día y de noche. No desfallezca nuestro corazón porque Él nunca se va a apartar de nosotros mientras nos lleva de la mano por este camino hasta que lleguemos al fin del supremo llamamiento que es Cristo Jesús.
¡No dejemos de buscar al mejor guía de nuestras vidas! ¡No dejemos de caminar en Él!
“A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido” (Sal. 16:8)
Larry Julio
Equipo Devocionales Diarios ICCCTG
Que bendición esta palabra. No dejemos de avanzar!!!
Gracias padre celestial porque al igual que el pueblo de Israel en aquellos tiempos hoy contamos con tu dirección, ayúdanos a tener un corazón dispuesto siempre a seguirte
Tenemos al mejor guia Dios que nos guia en el camino , que bendicion.
Gracias Dios por recordarnos que tu eres nuestra guía.
Sin saber que nos espera mañana, tenemos la esperanza en Dios que guía nuestra vida. Sólo sigamos al Maestro estemos atento a donde El nos está dirigiendo.
la guía que Dios nos proporciona es su palabra hoy en día y preguntemosno de quien nos estamos dejando guiar del mundo o de Díos
Ciertamente no podemos dejar de caminar, podemos confiar plenamente en nuestro guía, Dios te bendiga Larry
Aunque a veces somos nosotros quienes quitamos la vista del guía, El siempre espera que le demos nuevamente tooooda la atención para seguir mostrándonos el camino más conveniente. Gracias Señor!!!
Gracias, Padre por ser nuestro guía… Estaríamos totalmente perdidos sin tí
Debemos seguir caminando, pero no en círculo, sino en la dirección que nos marca Jehová
Que gran palabra de dirección. Gracias Larry