El Nombre de Jesús

Una de mis canciones favoritas, que escucho cuando me encuentro atravesando alguna situación adversa, es “Tu Nombre” de los hermanos Marcos Vidal y Juan Luis Guerra.  En ocasiones me siento cargada, desanimada o vienen pensamientos de dolor o duda, o llegan temores que agobian el alma, en esos momentos me gusta pensar en Jesús y susurrar su nombre.

El texto de la canción dice: “Hay momentos difíciles de controlar, hay dolores que no se anestesian, situaciones que no lograré comprender, despedidas que hieren y espantan, hay batallas que preferiría evitar, hay gigantes que se nos enfrentan, y solo hay una luz, un destello que trae esperanza a mi corazón, yo no hago más que pensar en tu nombre lo demás no viene al caso, no hago más que soñar con tu nombre y dormirme en tu abrazo”[1]

Esta canción me llevó a pensar en las palabras del apóstol Pablo a la iglesia de Corinto, cuando los anima y motiva diciéndoles: “Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos, pero no caemos en la desesperación.  Somos perseguidos, pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos” (2 Co. 4:8-9 NTV).

El apóstol Pablo y la iglesia de aquellos tiempos fueron probados en diferentes aflicciones, tú y yo no somos la excepción, a diario el corazón se nos arruga por situaciones que vienen a nuestras vidas, como dice la canción, “momentos difíciles de controlar, batallas que preferiríamos evitar, dolores que no se anestesian”… sumado a los asuntos sin resolver que nos hacen dudar y el pecado que nos asedia y sólo produce quebranto.

Sin embargo, hay un nombre que nos ha sido dado en el cual podemos ser salvos de cualquier dificultad y confiar en que a través de ese precioso nombre encontraremos reposo para nuestra alma y espíritu.  ¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos. (Hechos 4:12 NTV)

A lo largo de mi vida he pasado por diferentes aflicciones y me he sentido como ese menesteroso y ciego que gritaba con mucha fuerza el nombre de Jesús, en medio del dolor y las perdidas he acudido al nombre de Jesús y he encontrado refugio, consuelo y sanidad.

Quizás haya personas a nuestro alrededor que nos hagan perder la confianza, tal vez las dificultades que atravesamos, cuando no resuelven de la manera que queremos o en el tiempo que esperamos, nos hagan sentir inseguros… pero, si hemos creído en Cristo como nuestro Señor y Salvador, podemos estar seguros de que no estamos solos, la persona maravillosa de Jesús prometió no dejarnos ni abandonarnos (Mt. 28:20, He. 13:5).

Que nuestra devoción a Jesús este tan arraigada en nuestro corazón y conciencia que cada pensamiento susurre su nombre en todo tiempo.

Amigo y hermano que lees, te invito a confiar en Cristo y seguirle, a clamar con más fuerza al nombre que es sobre todo nombre, JESÚS.  ¡Dios te bendiga!

Nelly Susana Narváez

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

12 comentarios en “El Nombre de Jesús”

  1. Sonia Marcela Neira meza

    Gracias Nelly, me trae a la mente el salmo 73:26 Mi carne y mi corazón desfallecen; más la roca de mi corazón y mi porcion es Dios para siempre.
    Bendiciones

  2. Gracias Nelly Susana por tu excelente reflexión.
    Bendito el que viene en el Nombre de Jesús. Porque a quien iremos si no a El, que es el único que tiene palabras de vida eterna.
    Bendiciones

  3. Que alentadoras palabras Nelly gracia hoy precisamente tengo como el corazón blandito con tantas notícias tristes y para rematar el día lluvioso me empeora .me gustó mucho el mensaje de la canción la buscaré para escucharla

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