El viaje de la vida

He mencionado antes que, si pudiera tener algún superpoder, sería el de la teletransportación. Que con un parpadeo pudiera llegar instantáneamente al sitio elegido, ¡ya quisiera yo! Sin embargo, alguna vez, al compartir esta idea con mi esposo y mi hijo (que estuvo de acuerdo conmigo), mi esposo observaba que, de ser así, nos perderíamos “el viaje”.  Decía que había cosas en el camino que no podríamos experimentar.

Las compañías que se dedican a transportar personas de un lugar a otro, sea por agua, aire o tierra, se esmeran en procurar un viaje seguro y tan confortable como la seguridad y el presupuesto lo permitan porque ¿a quién no le gusta viajar cómodo y a salvo?  Aun así, las incomodidades no faltan en cualquier viaje, hay muchísimas cosas que pueden salir mal y producir cierto fastidio, pero que suelen quedar en el olvido o como una simple anécdota graciosa al llegar a nuestro destino, entonces, todo habrá valido la pena.

Nuestra vida en esta tierra bien pudiera ser comparada con un viaje, que inició cuando nuestro Creador sopló aliento de vida a nuestro embrión en el vientre de nuestra madre (Sal. 139:16) y acabará el día que el mismo Señor tenga determinado para cada uno, como lo enseña la Biblia en Job 14:1-2, 5 “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece. Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti; le pusiste límites, de los cuales no pasará” (RVR1960). 

Este es un viaje que no comenzó por nuestra voluntad sino por la del Creador, y no terminará hasta cuando el propósito para el que nuestro Señor nos diseñó se haya cumplido.  De modo que nuestra vida no se trata de nosotros, se trata de cumplir el propósito que el Padre dador de ella ha trazado desde la eternidad. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef. 2:10 RVR1960). Quienes hemos creído en Cristo, estamos convencidos de que además de querer salvarnos, el Señor nos ha dado un lugar en su plan, una función que desempeñar, un propósito que cumplir, y de eso se trata este viaje.

La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta (Ro. 12:2), no hay plan humano superior, ni mejor, ni más excelente que el suyo. Dios está interesado en que su propósito se cumpla, para lo cual nos instruye a través de su Palabra, “a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:17 RVR1960) y nos provee de todo lo necesario.  A veces tendremos tiempos suaves y tranquilos, en ocasiones seremos zarandeados y daremos tumbos en el camino.  También será aliñado nuestro viaje con ciertas condiciones físicas, mentales, familiares o económicas que pueden resultar incómodos compañeros de viaje que Dios permite para moldearnos, para enseñarnos cuán débiles somos y que sólo podemos ser fuertes en Él, para recordarnos que separados de Él nada podemos hacer.

Cualquiera que sea el pasaje que estemos viviendo, en Jesús estaremos seguros durante todo el viaje de la vida, su Palabra es verdadera, y nos dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Is. 41:10 RVR1960).  Al llegar a nuestro destino final veremos que siempre habrá valido la pena viajar guiados por Cristo.

Marysol Cecilia Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

21 comentarios en “El viaje de la vida”

  1. El viaje con Cristo es seguro y tiene garantias en este viaje tendremos impases o cosas desagradables , pero en Cristo con Cristo el viaje es 100% terminado.

  2. Lilia isabel torres ramirez

    Gracias Señor por tu palabra que fortalece nuestro andar diario. Solo en tu amor podemos confiar, porque no cambia y nos fortalece. Gracias Mary.

  3. Saber que es Jesús; es el que lleva el timón y es el capitán en este viaje de la vida; me da paz y esperanza
    Gracias querida Mary
    Edificante reflexión.

  4. Tatiana porto neira

    El viaje de la vida tiene varias estaciones pero nuestra esperanza es que el Espíritu Santo es quien nos guía a puerto seguro. Gracias Mary

  5. Nancy+Esther+Rodríguez+Zuleta

    Moisés le dijo al Señor: Si tu presencia no va conmigo, no nos saques de aquí. El Señor es la mejor compañía para el viaje de la vida. Hermosa reflexión mani, un abrazo.

  6. Ana Mercedes Contreras

    Algunos tenemos viajes que no es fácil llegar, pero no sostiene en este viaje la fortaleza y la misericordia
    De Dios que seria sino estuviera
    Su mano con nosotros

  7. El viaje de Dios es más seguro q cualquiera con el siempre tendremos paz seguridad y el sabe cómo moldiar nuestra vida cuál es nuestro propósito..Amen

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