Escupir pa’ arriba

Recuerdo que hace mucho tiempo, una persona cometió un pecado contra otra y yo solo juzgué severamente diciendo dentro de mí: “yo nunca haría algo así”. Años más tarde me vi envuelta en una situación similar en la que mi actuar no fue para nada diferente al de la persona que juzgué, ¡diría que hasta actúe peor!, en palabras coloquiales “escupí pa’ arriba” y me cayó en la cara, y bien duro que me pegó.

El Señor dedica varios versículos sobre “juzgar a los demás”. La versión de Lucas dice: “Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados. (…)¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras?¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano” (Lc. 6:36-42 RVA)

Nótese cómo el Señor usa la palabra “hipócrita” para señalar a los actores de ese tiempo, personas que usaban máscaras y actuaban diferente de lo que verdaderamente eran[1], como interpretando un papel en un teatro.  En eso nos convertimos cuando juzgamos, en personajes que no somos, pensando que somos más fuertes, más valientes, que tenemos mejores frutos que nuestro prójimo.

Estos versos de Lucas están seguidos por la lección del fruto del Espíritu, que no está allí por casualidad; como si Dios nos dijera: “Juzgas al otro porque carece de frutos, pero tú también careces de ellos, tu boca habla lo que hay en tu corazón”. Como lo resalta el ultimo verso: “El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca” (Lc. 6:45 RVA). 

 

En el verso 36, el Señor habla sobre la misericordia, persuadiéndonos a tener en cuenta las misericordias que hemos recibido, porque ¿quiénes somos nosotros para condenar a otros?  Ningún árbol “puja” para dar fruto, sino que es el Espíritu quien produce ese fruto, como dice Gálatas 5:22-25 (RVA): “Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley. Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias. Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu”.

Probablemente tendemos a juzgar a los hermanos porque no toleramos que no anden en el Espíritu, cuando en ocasiones nosotros tampoco lo hacemos. No es malo sentir celos por las cosas de Dios, lo malo es condenar al otro, como resalta el siguiente capítulo del mismo libro: “HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, porque tú no seas también tentado” (Gl. 6:1 RVA).

Oremos los unos por los otros para que evitemos juzgar y condenar, que Dios nos ayude más bien a procurar la restauración del hermano, recordando que estamos llamados a ejercer el ministerio de la reconciliación y no de la condenación (2. Co. 5:11-21).

Que Dios nos llene de su amor y misericordia hacia los demás para perdonarles y amarles como hemos sido perdonados y amados.

Lina Zea Navarro

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

32 comentarios en “Escupir pa’ arriba”

  1. Ay Dios, a quien no le ha caido en el rostro cuando escupe pa arriba. Dios nos ayude a ofrecer misericordia, como dice la biblia la misericordia siempre triunfa sobre el juicio, ganamos mas mostrando misericordia que juzgando severamente a otros, ganamos con el Señor porque reflejamos su caracter y ganamos con el hermano porque nos ganamos el derecho a ser escuchados. Gracias Lina

    1. Derrama señor tu santo espíritu en nosotros hasta que sobreabunde tu gracia en nuestros corazones y nuestra boca testifique tu presencia en nuestra vida. Déjanos ver primero la viga de nuestro ojo.
      Gracias Lina

  2. Carlos Osorio Berrio

    Tal cual, Nada más engañoso que nuestro propio corazón, el cual corre presuroso a juzgar y justificar nuestro propio pecado.
    Oh amado Padre Bueno, ayúdame a no juzgar, ni condenar en mi corazón, para no ser esclavo de del rencor ni ser encarecido en el día malo.
    Gracias Lina por esa pertinente palabra de exhortación !

  3. Fernell Castillo

    Juzgar a otros es fácil, porque “con el dedo y con la boca todo se hace”. Sin embargo Jesús nos enseña a ser misericordiosos con nuestro prójimo, Él nos manda a primero examinarnos y limpiarnos, lo cual en nuestra humanidad no es posible pero si es posible con la ayuda del Espíritu Santo y el fruto que produce en nosotros.

    Bendiciones hermanos!

  4. Es muy fácil juzgar a los demás, y pensar que a nosotros nunca nos va a pasar cierta situación, por eso se actúa con intolerancia, pero lo que si es muy cierto es que jamás se debe decir de esta agua no beberé, por qué sucede lo de escupir pa arriba, lo importante es aprender de cada situación y que deje una enseñanza positiva en nuestra vida, acompañado del respeto y del amor por nuestro Dios.

    1. Gran daño se hace el pueblo de Dios al colocarse en el lugar de Juez … El único que podía juzgarnos tuvo misericordia y murió por nosotros…debemos tener siempre presente la cruz para no olvidar nuestra fragilidad y que erramos con facilidad.

  5. A cada uno le parece correcto su proceder, pero es el Señor quien juzga los corazones.
    Ayúdame Dios a proponerme a no juzgar sino a perdonar.
    Gracias Lina edificante reflexión.
    Bendiciones

  6. Es fácil señalar , críticar o juzgar a otros por su condición.. a veces los seres humanos nos creemos superiores o mejores …..
    Romanos 2: 1 – 3 dice “por lo cual no tienes excusas oh hombre quien quiera ( que seas tú) que juzgas pues a juzgar al otro, a ti mismo te condenas.”
    Jesús expresó Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra !!!
    Jesús fue aquel que se compadeció de una mujer ( María magdalena) que fue apedreada y ultrajada por sus pecados !
    Fue aquel que se sentó a comer con un publicano cobrador de impuestos !!! Y los fariseos decían quién es este que se sienta a comer con pecadores ? ….. Bla bla
    A lo largo del nuevo testamento vemos a los fariseos creerse superiores pero Cristo es el mayor ejemplo de humildad , amor, paciencia y misericordia!
    Que cristo nos ayude a reflejar su carácter !
    Gracias Lina bendiciones

  7. Gracias Dios por esta palabra de exhortación. Dios nos ayude a ser muy misericordiosos y sobretodo humildes. Que no creamos que nos la sabemos toda.
    Gracias Lina.

  8. Lilia Torres Ramírez

    Gracias Señor porque con tu palabra nos enseñas y nos guías de como debemos actuar cuando somos señalados. Gracias Lina. Bendiciones.

  9. Judith Benedetti

    Me sonó mucho la frase no es malo sentir celos por las cosas de Dios lo malo es pasar por jueces y condenar y los cristianos tenemos que usar el dominio propio para que cuando escupas tu saliva no se te devuelva

  10. Nelly Susana Narváez Oviedo

    En estos días escuche una predica de un pastor que decía algo así: Es fácil juzgar y condenar a los demás, pero ponle nombre propio al personaje refiriéndose a alguien muy cercano (mamá, papá, hijo, esposo) y enseguida le damos un giro a nuestros pensamientos, así somos tal cuál, Muy ligeros al hablar, criticar y juzgar a los demás, El señor nos ayude por qué veneno mortal es nuestra lengua y engañoso el corazón.
    Gracias Lina, bendiciones

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