Fe más viva que nunca

Este 2020 ha sido un año de muchos desafíos. En el plano espiritual nuestra fe ha sido probada, hemos o estamos atravesando desiertos, valles de muerte y, al igual que el pueblo de Israel, Dios nos ha traído a estos lugares para probarnos, para que supiéramos qué hay en nuestros corazones.

Hechos 12 narra la historia de cómo milagrosamente Pedro fue liberado de la cárcel, después de la muerte de Jacobo y de haber sido apresado por el rey Herodes al intentar congraciarse con los judíos. Este hombre vivió una situación de la cual hoy podemos aprender, nos enseña la actitud que como iglesia debemos tener cuando atravesamos diversos sufrimientos.

En el verso 5 dice: Pero, mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él” (NVI). Lo primero por resaltar es que cuando pasamos duras pruebas no tenemos por qué hacerlo solos. Somos parte de un cuerpo que se duele junto con nosotros, Dios no sólo nos prueba a nosotros, Dios también prueba a su iglesia.

Aprendemos de la a iglesia primitiva a orar sin cesar y con fervor. La fortaleza espiritual que viene como consecuencia de las oraciones es bastante, por ello, como hermanos, si uno de nosotros es probado, todos lo somos. No dejemos de orar los unos por los otros.

Los versículos 8 y 9 nos narran que: Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión” (RVR1960). Lo segundo que resalto son las tres cosas que Dios le pidió a Pedro y que hoy que nos sirven de ejemplo: Levántate, Cíñete y Síguele.

Levantarse siempre requiere Fe, no podemos quedarnos estancados en el lugar donde estamos. Con cada situación fatigosa Dios quiere llevarnos a mejores lugares espirituales (Stg. 1:2-4). La Biblia dice que hay tiempo para todo, hay tiempo para desahogarnos, liberar nuestra alma delante de Dios, incluso hay tiempo de sentirnos mal, pero no podemos quedarnos ahí, el lugar de víctima no nos ayuda en nada. ¿Estamos afligidos? Oremos, levantémonos en fe, el Señor obrará.

Ceñirse es el siguiente paso. En Efesios 6, se habla de ceñir nuestros lomos con la verdad. En aquella época, el cinturón mantenía ajustado el uniforme del soldado, con el fin de que en batalla no quedará desnudo. Nuestra verdad es la Palabra de Dios, es la que nos puede sostener en momentos de quebranto.

Por último, le ordena seguirlo. Pedro creía que estaba en una visión, no sabía qué hacía, ni hacia dónde iba, pero obedeció a las palabras del Ángel. Seguir a Dios también requiere de fe, cuando experimentamos dificultades no siempre vamos a entender el porqué de ellas, mas Dios nos pide que confiemos en Él.

En medio de las pruebas Dios siempre será glorificado, Él siempre será el vencedor. Finalmente, Pedro es liberado y se reúne con sus hermanos como evidencia de que Dios escuchó sus oraciones y del gran poder y autoridad que tiene.

Debemos creer que Dios es lo suficientemente poderoso para obrar aun en lo que parece imposible: para sanar al enfermo, para transformar realidades, para salvar al impío, levantar al caído, para frustrar los planes del enemigo, nosotros debemos creer, orar y perseverar en el Señor. Solo así nuestra fe estará más viva que nunca.

Mayra Quiñones Herrera

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG.

9 comentarios en “Fe más viva que nunca”

  1. Marysol Rodríguez Zuleta

    Oh Señor, confiamos en tu soberanía y tu sabiduría, que tu nombre sea glorificado en nuestras vidas. Gracias May por esta bella reflexión.

  2. Sonia Marcela Neira meza

    Es un refrigerio saber que contamos con nuestros hermanos de la fé cuando estamos en dificultades, pero aun más grande es saber que el señor es quien controla nuestra vida, y podemos estar confiados, creyendo que el hará en su tiempo.
    Gloria al padre!!!
    Gracias Mayra, el señor te continúe utilizando.

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