Hay un día

No todos los días son iguales, hay días excelentes, días terribles, días sin novedad.  Entre todos, hay  un día en que no te gustas, ni por dentro ni por fuera, quisieras ser alguien más.  Hay un día en el que te sientes fracasado, piensas que todo te sale mal.  Hay un día en el que cometes un grave error en tus labores y pagas las consecuencias de tu descuido.  Hay un día en que el pecado que has consentido secretamente en tu corazón da a luz y quedas avergonzado en público.  Hay un día en el que lloras y necesitas ayuda.  Hay un día en que estás triste y sin fuerza.  Hay un día en que te sientes solo.

Hay un día en el que un familiar cercano, a quien amas con todo el corazón, te decepciona o te hiere.  Hay un día en el que alguien te desprecia y te mira con malos ojos.  Hay un día en que la enfermedad o la muerte tocan a tu puerta.  Hay un día en el que la escasez te abruma y quieres escapar, dejar todo atrás.  Hay un día en que sientes que los problemas te sobrepasan y que no lo estás logrando.  Hay un día en el que quisieras dar marcha atrás al tiempo y deshacer algún evento, o todos…

El profeta Jeremías, también autor de Lamentaciones, sí que sabía de días difíciles; muerte y desolación vendrían sobre Israel y él tendría que presenciarlo.  Sin embargo, decía al Señor “mi refugio eres tú en el día malo” (Jer. 17:17b RVR1960).

Los días malos llegarán, pero para cada uno de ellos está la ayuda del Señor, siempre.  Deberemos echar mano de toda la Escritura y de la armadura de Dios de la que habla Efesios 6 para resistir y estar firmes.  Esos días pondrán a prueba nuestra fe, tendremos que escoger qué camino tomaremos, el de nuestra carne y el deseo de la mente, o el que nos muestra la Palabra de Dios, considerando que “fiel es Dios, que no [nos] dejará ser tentados más de lo que [podamos] resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que [podamos] soportar”.

Cuando no te gustes, recuerda que fuiste creado a su imagen y para buenas obras (Gn. 1:26, Ef. 2:10).  Cuando te equivoques, observa que todo ayuda a bien a los que amamos a Dios (Ro. 8:28).  Si pecas, arrepiéntete, pide perdón a Dios y a quien debas; el Señor te limpiará y perdonará, es nuestro abogado (1 Jn. 1:9, 2:1).  Si lloras, recibirás consuelo (Mt. 5:4) y si estás triste también hay remedio en la oración (Stg. 5:13), el gozo del Señor es nuestra fuerza (Neh. 8:10) y aunque experimentemos soledad, Él nunca nos abandona (Jos. 1:5, Mt. 28:20).

Si te lastiman, escoge perdonar (Mr. 11:25), si cualquier tipo de dificultad te agobia, sea enfermedad, muerte o escasez, ten presente que aún en el valle de sombra de muerte su vara y su cayado te alentarán (Sal. 23).  No podrás retroceder el tiempo, pero podrás sembrar diferente de ahora en adelante y confiar en que obtendrás mejores frutos después (2 Co. 9:6, Gl. 6:8).

En Lamentaciones 3:22-23, el mismo Jeremías expresa: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”.    Aún el día malo está cargado de misericordias de Dios y su fidelidad no cesa mientras lo atraviesas.  Los días malos no duran para siempre, sino que “esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Co. 4:17).  Sobrevivirás, y serás mejor cuando haya pasado.

Marysol Cecilia Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

27 comentarios en “Hay un día”

  1. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Gracias señor por qué tú inagotable amor, misericordia y fidelidad nos rodean siempre, bendito sea tu nombre.
    Bendiciones.

  2. Amén Señor quien más Padre sino tu para socorrernos y sustentarnos cuando el día malo viene. Gracias por tus innumerables misericordias. Gracias Mary, muy lindo tu devo

  3. Como lo dice Salomón hay un tiempo para todo (Hoy lloramos, mañana seremos consolados, hoy hay escasez, mañana nos dará abundancia) y este es el sentido de la existencia.

  4. Amén. Bendita Esperanza tenemos en nuestro Dios. Ayudame Señor a no olvidar tus Misericordias y cuidado en el día que no me gusta, en el día de la angustia, en el día de la escasez.
    Gracias Mary bendiciones.

  5. Nancy Esther Rodríguez Zuleta

    Hay un día para todo. Lo importante es la seguridad que tenemos de que el Señor va a estar allí, en cada uno de ellos. Excelente reflexión Sol, un abrazo

        1. Marysol Rodríguez Zuleta

          Así es mi querida Jacke, lo único que no tiene final es el Señor y la vida que nos ofrece en el cielo. Gloria a su Nombre!!!

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