La bendición de dar

En estos tiempos donde hay tanto egoísmo, corrupción, engaño, envidia y simultáneamente existen tantas personas necesitadas física, material, emocional y espiritualmente, se encuentra cada vez más lejano del corazón del hombre el deseo de ayudar a los demás. Sin embargo, Hechos 20: 35b (NTV) nos recuerda que: “Hay más bendición en dar que en recibir”.

Debido al concepto común que tenemos de las cosas a las cuales vivimos apegados, como la ostra a la concha, no siempre comprendemos lo que significa DAR. A veces pensamos que dar es renunciar a algo sin lo cual no podemos vivir. Otras veces creemos que dar es privarse de las cosas indispensables para nuestra felicidad, que es sacrificarse por el bien de otro.

Es una equivocación ver de ese modo la vida, pues sería verla con los ojos del materialismo. Una persona que piensa así tiene el dar como una especie de transacción, en la que solamente está dispuesto a dar a cambio de recibir, pues entiende que dar sin obtener nada en contraprestación no sería más que una estafa, un paso al empobrecimiento y la ruina. Cuando pensamos de ese modo evidenciamos tener un concepto cortado al nivel de las cosas perecederas, e incapaz de concebir que la bendición ideal de dar no se mide con la medida desde la renuncia y sacrificio.

Otros ven el dar como una oportunidad para ser vistos y exaltados por las demás, para que les consideren piadosos al darse a conocer el “sacrificio” que han hecho por otros, cuando en su corazón no existe realmente una preocupación genuina por la necesidad del otro sino un deseo de alimentar el propio ego.  Este pensamiento también es condenado por Jesús en Mateo 6:2-3 (NVI): “Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.  Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha”.

La ley del dar en su expresión divina nos ofrece un concepto completamente contrario al humanista. Cuando damos con un sentido divino, expresamos nuestra fuerza, vigor, poder, confianza en la provisión de Dios y nuestro gozo. Es por esto que hay más bendición en dar que recibir, porque el hacerlo liberamos el alma, nos desprendemos de lo temporal y efímero, y nos elevamos a las posesiones eternas, a las cuales  seguramente se refería Jesús. (Mt. 6:19).

La dádiva más alta y gozosa es la dádiva del amor, y el que ama se entrega, exhibiendo la semejanza de Dios, quien nos ha dado ejemplo de entrega generosa y abundante. Él nos regala la luz que nos alumbra, el aire que respiramos, la tierra que produce el alimento, los ríos que calman nuestra sed y el canto de las aves.

Cristo se dio a sí mismo por nosotros, siendo así nuestro modelo ideal de generosidad y amor. Nosotros, siguiendo sus enseñanzas, debemos darnos con amor a nuestro Señor y a nuestro prójimo. Esta es una regla de vida, Dios bendice a quienes dan su vida y recursos. Usted y yo, por pobres que seamos, poseemos muchísimas cosas para dar: podemos dar la verdad de Cristo, tiempo, amor, atención, escucha, un consejo sabio, servicio, nuestros recursos, talentos, etc. De manera que no tenemos excusa para no dar.

Dar es una decisión que todos los días debemos tomar, no nos perdamos la bendición de bendecir a otros.

Carmela Pedroza Brun

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

14 comentarios en “La bendición de dar”

  1. Pr. Carlos Osorio Berrio

    ¡Que gran cierre de semana con esta excelente palabra!, una mirada profunda, bíblica y sincera para reflexionar sobre nuestro DAR. Oh Señor, enséñame a dar con corazón generoso y agradecido. teniendo como modelo de entrega a Jesus.

    Gracias hermana Carmela por esa palabra.

  2. Preguntemonos si cuando damos cual es nuestra motivación? Y que nuestra respuesta sea como nos enseña la palabra de Dios dar con generosidad y gozo sin esperar nada a cambio

  3. me gustó el mensaje porque el señor nos dice en su palabra hechos 20:25 nos recuerda que hay más bendiciones que dar que recibir, Gracias por esta palabra .

  4. Señor quiero tener un corazón como el tuyo
    Pensando que todo nos los ha dado desde lo material y lo espiritual ,que Nome cueste dar lo que este a mi slcanze

  5. Amén. Ayúdanos Dios, porque siempre lo he dicho es mejor Dar que recibir y lo más importante con la motivación correcta.
    Gracias Hermana Carmela.

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