Vivimos en la generación de la inmediatez. Nos “desespera esperar”, despreciamos los procesos porque vivimos enfocados en los resultados. Nos frustra no ver pronto el resultado de un esfuerzo y a veces abandonamos por el hecho de pensar que no recogeremos aquello que estamos sembrando.
Esto resulta un problema, en muchas ocasiones condicionamos nuestra obediencia a Dios a los resultados obtenidos de la misma y olvidamos que estos resultados no dependen de nosotros sino del Señor. ¿Cuántos de nosotros hemos dejado de orar porque una respuesta no llega? ¿Cuántos hemos dejado de hablar del Señor a una persona solo porque no vemos que la Palabra le esté transformando?

Cuando el Señor se aparece a Moisés en Madián, le dice que ha visto la aflicción de su pueblo y que lo enviaría para liberar a Israel de la esclavitud de Egipto (Éx. 3:10). Pero a Moisés no le sería fácil, el mismo Señor le había anticipado que endurecería el corazón de faraón de modo que no dejara ir al pueblo (Éx. 3:21b). Así que el proceso de ablandar el duro corazón de Faraón para que dejara ir a Israel no le iba a tomar uno o dos días a Moisés, tendrían que pasar muchos quebrantos antes de que el Rey de Egipto dejara en libertad al pueblo de Dios.
El primer obstáculo que se encontró Moisés fue que el pueblo a quien pretendía liberar se vino en contra suya y de Aaron su hermano, después de que éstos se presentarán delante de faraón para pedirle que dejara libre al pueblo para adorar al Dios de Israel, pues producto de esta petición, faraón ordena a los jefes de cuadrilla que tenía sobre el pueblo diciéndoles: “De aquí en adelante no le darán al pueblo paja para hacer ladrillo, como lo han hecho hasta ahora. ¡Que vayan ellos mismos a recoger la paja! Pero los obligarán a hacer la misma cantidad de ladrillo que antes hacían. No les reduzcan ni un solo ladrillo” (Éx. 5:7-8 RVC)
Después de este episodio, Moisés se frustra y quiere desistir de su comisión, pero el Señor le anima y nuevamente le envía delante de los hijos de Israel a decirles que el Señor los iba a librar de la esclavitud de Egipto, pero “ellos no le hicieron caso debido a su espíritu acongojado y a la crueldad de su esclavitud”(Éx. 6:9 RVC). Moisés, va de nuevo al Señor y el Señor le responde “Tú le dirás al faraón todo lo que yo te ordene decir… Yo endureceré el corazón del faraón, para multiplicar en Egipto mis señales y mis maravillas” (Éx. 7:2-3 RVC)

La liberación del pueblo de Israel implicó muchas frustraciones para Moisés al no ver materializado de manera pronta aquello que el Señor le había dicho que pasaría: La libertad de la esclavitud de Egipto. Pero también implicó un proceso en el cual Moisés debía aprender a obedecer aun cuando no viera de manera pronta los resultados de esa obediencia.
No podemos condicionar nuestra obediencia al Señor a lo que ven nuestros ojos. Dios no nos está llamando a obedecer “si pasa esto” o “si no pasa aquello”, el Señor simplemente nos llama a obedecer. ¿Cuántos “faraones” estarán a la espera de que un Moisés no desista en su obediencia para que sea ablandado el corazón endurecido o para que las maravillas de Dios sean manifiestas y entonces otros sepan que Jehová es Dios?
“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (Gl. 6:9 NTV)
Tatiana Porto Neira
Equipo Devocionales Diarios ICCCTG
Dios nos ayude a esperar pacientemente nuestros pedidos conforme a su divina voluntad.
Gracias Tati. Motivante reflexión.
Bendiciones
Amén Dios nos ayude aveces nos frustramos muy rápido.
El fruto de la espera en Dios es el mejor resultado que podemos esperar , necesitamos al Espiritu Santo para que la paciencia sea manifiesta en nosotros , Gracias T.P.
Total jhoncito, el Espíritu Santo nos ayude a permanecer en obediencia aún cuando no veamos con nuestros ojos físicos
Gracias por recordar ésto Tati, cuán importabte son los procesos y esperar en Dios.
Así es Lau Dios es un Dios de procesos y nosotros unos desesperados. Gracias a Él que si es paciente con nosotros
Gracias Señor por esta palabra refrescante. Gracias Tati.
Amén. Gloria a Dios. Bendiciones Mary
Dios nos ayude a esperar sin desmayar y sin hacer cosas necias que entorpezcan el proceso de crecimiento para nuestras vidas.
Así es la biblia advierte que cosecharemos si no desmayamos. El Señor nos ayude a no desmayar
Amén, yo diría generación YA y AHORA
Amén. Dios cuanto necesitamos el saber esperar. Todo lo queremos al instante y lo más importante es tener un buen ánimo en esa espera, no estar con la mala cara o con queja. Ayúdanos Dios.
Gracias Tati. Bendiciones