La Silla Rota del Comedor

Hace tiempo inventamos con nuestros amigos preparar una noche italiana, escogimos un menú con entrada, plato fuerte y postre, todo alusivo a Italia desde la decoración hasta la música.  Ese día, uno de mis amigos, por accidente, apoyó la rodilla en una silla del comedor y la base de madera se rompió.  Desde ese día, cambiamos el sentido de la mesa para que nadie se sentara en esa silla.

Un día, haciendo limpieza, volteé el comedor poniendo la silla en un lugar accesible, quien se sentara se podría caer, así que avisé: “esa es la silla rota del comedor”.  Lo más gracioso es que ese mismo día, a la hora del almuerzo fui yo la incauta que, creando y advirtiendo el peligro, me senté y estuve a punto de ir a parar al piso, porque preferí la estética en vez de sacar definitivamente de circulación “la silla rota del comedor”.

Esto me hizo reflexionar en cuántas cosas en mi vida están rotas o agrietadas, pero en vez  de sacarlas definitivamente, tal vez porque  no me parezcan graves o peligrosas, o porque considero que no son pecaminosas, las conservo y me prevengo para, según yo, evitar caer. Al final termino sentándome por olvido, descuido o exceso de confianza, en sillas rotas que me hacen tambalear en incluso caer.

Dice Isaías 30:13: por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente., esto refiriéndose a la fútil confianza de Israel en Egipto.

Existen en nosotros “cosillas” que son verdaderos pecados, pero resultan insignificantes a nuestros ojos, son grietas en nuestro carácter,  nuestra fe, o nuestra santidad y terminan estorbando nuestra comunión, consagración y devoción a Dios.

Pensemos, si la Biblia escribiera un relato sobre nosotros, ¿qué grietas revelaría sobre nuestro carácter?  Aquí algunos ejemplos de cosas aparentemente pequeñas, pero terriblemente dañinas: “El comienzo de la contienda es como el soltar de las aguas; deja, pues, la riña antes de que empiece” (Pr. 17:14).  “Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; así vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre armado” (Pr. 24:33-34).  Por causa del ocio se viene abajo el techo, y por la pereza se desploma la casa” (Ec.10:18).  Las pequeñas zorras están arruinando las viñas. Atrápalas; pues los viñedos están en flor” (Cnt. 2:15).

Como estas, hay muchas cosas en nosotros (hábitos, actitudes, pensamientos, gustos) que debemos identificar, someter a Dios y sacarlas definitivamente, porque aunque parezcan inofensivas, terminan desviándonos del propósito y de la estatura que debemos aspirar en Cristo.  Es insensato pensar que no son peligrosas, o que podemos sortearlas sin que terminen extendiéndose hasta arruinar nuestras vidas. Nos engañamos cuando creemos poder tener un andar sano con Dios, conservando estos “pequeños pecados”.

Dios espera de nosotros más que un simple círculo de confesar y fracasar, necesitamos tomar determinaciones de fe y santidad, sacando aquello que nos diluye, retrasa o distrae en nuestro andar, pero con la certeza de que no lo haremos solos.  No podemos luchar sin aferrarnos a Jesús, quien nos da la fuerza para vencer.

Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,  os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (He. 13:20-21)

Lisaura Lozada Pedroza

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

10 comentarios en “La Silla Rota del Comedor”

  1. En el caracter del Cristiano cuando,hay una excesiva confianza o desidia ocasiona una peligrosa decadencia en la relacion con Dios ; por eso pablo le decia a timoteo desconfia de ti mismo.

  2. Excelente Devocional, Asombroso la forma en la que Dios nos habla cada día, aun con las cosas más cotidianas. Oro al Señor que nos ayude a ser examinados y que podamos ser limpiados de aquellas cosas que nos estorban el crecimiento. Bendiciones!

  3. Carlos Osorio Berrio

    Todos en algun momento dejamos cosas rotas, inconclusas, con la excusa que solo sera, por un momento y termina siendo:”mientras siempre”.
    Sin pensar como éstas no van a esclavizar y alejarnos de lo perfecto en Cristo. Gracias Lisaura!

  4. Nellys Marina Rodríguez Zuleta

    Padre, ayúdame a identificar y sacar de mi vida todo lo que esté roto y estorbe en mi relación contigo. Gracias, Lis por compartir esta enseñanza

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