Más allá de los domingos

Cuando solía estar en el ministerio de jóvenes, una chica le comentó alguna vez al pastor que en la semana, después de los domingos, experimentaba un bajón anímico por las circunstancias que enfrentaba. Su alegría en los cánticos de alabanza y adoración se desvanecían y la prédica que escuchaba el domingo se esfumaba de su mente.

Todos los hijos de Dios atravesamos este tipo de situación, somos seres susceptibles y moldeables a los acontecimientos. Los profetas, los patriarcas y los apóstoles también pasaron por esto. Hay muchos ejemplos en la Biblia que nos insta a tomar una posición piadosa con respecto a nuestras circunstancias. Uno de ellos se encuentra en Romanos 4:20: “Tampoco dudó [Abraham], por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios” (RVR1960).

Es la fe. La fe fue dada al cristiano para que siga creyendo a Dios que lo sostiene, confiando en que las situaciones no son el veredicto que define nuestras vidas. Es la fe la más hermosa de las promesas que Cristo nos ha heredado. No temamos, no dudemos que nuestras vidas están bajo el control del Hacedor, él cumplirá su propósito en nosotros.

¿Acaso nuestra adoración y servicio a Dios se circunscribe al domingo? La Palabra de Dios nos traspasa como una espada, pero si nuestros actos no son acompañados por la fe, resultan infructuosos. Dice la Biblia en Romanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (RVR1960). La confianza del creyente debe ser desarrollada en la vida diaria, su voluntad y su pensamiento deben estar enfocados en el dador de la vida.

Hebreos 11, observando la vida de estos hombres de fe, nos anima a seguir escuchando esa Palabra de consuelo, exhortación y edificación. Es menester ser oidores no olvidadizos de esa palabra que proviene del cielo, que nos suministra las fuerzas y la motivación correcta para permanecer agarrados de su manto en la comunión con Jesús. El Espíritu Santo nos guía a la verdad y nos libra de las mentiras de este mundo. La verdad de Cristo resplandece entre las tinieblas, su Palabra es poderosa, hace que nuestros corazones ardan, nos enseña el Consejo divino y nos direcciona a tomar decisiones sabias.

No somos seres perfectos ni obras terminadas, la continua búsqueda de Dios es una necesidad primordial para el cristiano. El eje de nuestras vidas debe ser nuestro Señor, la fe y la adoración a Él son las evidencias de que nuestra relación con Él va por buen camino, lo contrario implica que será más duro y áspero el camino angosto por el que transitamos.

Vivimos en un mundo caído y temporal, nuestras circunstancias fluctúan y no siempre estamos preparados para lo inesperado, pero la fe en Cristo nos fortalece para enfrentar esos embates y los días malos. Cobremos ánimo, sigamos adorando a Dios y viviendo en su Palabra, en todo tiempo seguimos en las manos de Cristo, nada se ha salido de su control.

Jhon Jairo Carrascal Rodríguez

Equipo Devocionales ICCCTG

8 comentarios en “Más allá de los domingos”

  1. Carlos Osorio Berrío

    Amén, permiteme oh Dios no dudar por incredulidad, de la promesa, sino que se fortalezca en fe cada día por el accionar de tu palabra en mi vida.

    Gracias Jhon por compartir este devocional

  2. Dios es quien pone el querer como el hacer por su buena voluntad, por lo tanto que siempre ponga en mi el querer buscar cada día más de él. Buena reflexión

  3. Sabía reflexión. Dios me afirme en colocar siempre mis ojos en el autor y consumador de la fe que es Cristo Jesús.
    Gracias Jhon. Bendiciones

  4. Sin fe es imposible agradar a Dios,porque el que se acerca a Dios debe creer que él existe,y es galardonador de los que le buscan.Fue la fe de Abel en Dios,la que hizo que su sacrificio fuera aceptable,bien visto, por Dios.No así el sacrificio de Caín,quien actúo sin fe en Dios;de cualquier manera,sin tener en cuenta que su ofrenda era para Dios.Qctup sin fe en Dios.Gracias,John por tu reflexión.

  5. Sonia+Marcela+Neira+meza

    Hermosa reflexión, el señor nos ayude a creer de tal manera que nos sostengamos como viendo al invisible.
    Gracias Jhon ppr compartir

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