Me perdí

Hace algunos meses adquirí una moto eléctrica para transportarme. Por mi trabajo, debo visitar empresas ubicadas en diferentes lugares de la ciudad, así que me ha resultado bastante útil movilizarme en ella.

Por estos días debía hacer un recorrido bastante extenso, las compañías a visitar se ubicaban distantes de mi residencia. Estando en el primer sitio me comuniqué con mi esposo para que me indicara cómo llegar hacia mi otro destino, después de varias indicaciones que casi no entendí, me dijo que mejor usara la ruta que era conocida para mí.

Pero la primera visita tomó más tiempo de lo esperado, así que cuando me dirigía hacia la siguiente empresa decidí aventurarme a tomar la ruta de la que mi esposo me había advertido “mejor ve por la vía que tú conoces”, porque a mi parecer era más corta y me tomaría menos tiempo llegar. Sin embargo, por desconocer esa vía, en el proceso, me perdí; sin darme cuenta, conduje un tramo en contravía y gasté más carga de la batería de lo presupuestado. Resultado: llegué tarde a mi cita y a duras penas regresé a mi casa, con la moto a punto de apagarse.

Hay situaciones en las que, como humanos, no sabemos qué rumbo o decisión tomar, pero el Señor promete siempre guiarnos. En Salmos 32:8 el Señor dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti” (NVI). Dios, de una u otra forma, permanentemente nos está hablando. A través de su Palabra, por medio de una autoridad, mediante de un hermano; como un padre guía a sus hijos en amor, así nos guía nuestro buen Padre. Sin embargo, en ocasiones somos tan necios, que creemos que sabemos más que Él. El Señor nos muestra una dirección y, como Jonás, tomamos la opuesta, porque nuestro orgulloso corazón se llena de razones para desobedecerle, ignorando lo que dice Proverbios 14:12: Hay caminos que a uno le parecen correctos, pero en realidad llevan a la muerte (PDT).

Debo confesar que mi corazón se llenó de angustia cuando me vi perdida por tomar una ruta desconocida. Eso mismo nos pasa cuando transitamos por caminos de los que el Señor ya nos ha advertido “por ahí, no”. Cuando nuestro pie resbala por la senda ancha y espaciosa que conduce a la perdición o cuando tomamos decisiones que claramente van en contravía de lo que enseña su Palabra. ¿Qué sendero te está indicando el Señor del cual has pensado que “llegarás más tarde” si lo transitas?

No dudes en recorrer el camino que Dios preparó para ti, caminar por la senda que nos muestra el Señor siempre será la mejor opción porque Él nos lleva a puerto seguro. Si has estado andando por sendas extrañas, aun puedes pedir a Dios que te ayude a volver a sus caminos, ¡recuerda que Él prometió guiarnos aún más allá de la muerte!

Tatiana Porto Neira

Equipo Devocionales ICCCTG

13 comentarios en “ Me perdí”

  1. La ignorancia y el menosprecio de las sagradas Escrituras nos hace estar por caminos desviados y erróneos ,por lo tanto es menester escuchar la voz de Dios a través de su palabra.

  2. Sabía reflexión que nos recuerda que el Buen Padre es quien nos enseña, nos instruye, nos guía y ordena nuestros pasos.
    Gracias Tati. Bendiciones

  3. De acuerdo con todos los comentarios de mis hermanos pero quiero pedirle a Dios que guarde y cuide a mi hermanita Tati en esos aparatos

  4. Carlos Osorio Berrio

    cuanta verdad en el devocional de Hoy, gracias Señor por cuidar de nuestras vidas y volvernos a tu senda cuando hemos tomado malla ruta.
    Gracias Taty por esa palabra!

  5. Yasmin Dittz tajan

    Señor tu palabra es lumbrera en mi camino, ayúdame a tenerlo siempre presente para no desviarme.
    Gracias Tati por esta reflexión. Bendiciones

Responder a Tatiana Porto Neira Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *