Miedo

Cuando, hace unos meses, comenzamos a escuchar sobre el COVID-19, pensamos que era una epidemia que estaba afectando sólo la ciudad de Wuhan en China.  Cuando esa realidad se trasladó a Europa y comenzamos a ver los estragos que hacía en Italia, España, etc. apareció la preocupación; pero cuando nos vimos enfrentados a la amenaza que este virus representaba para nosotros, lo que comenzamos a sentir tiene un nombre, literalmente se llama MIEDO.

Como el miedo es una emoción muy humana, yo también lo sentí; pasé varios días angustiada pensando en mis padres mayores; en mi hija médico, sola en Bogotá; en mi hermana médico, en Cartagena; en mi hijo que nunca se enferma y para esos días se enfermó; en mi hija especial que tenía gripa en ese momento, etc. Y si a eso le agregamos la cuarentena obligatoria, mi negocio cerrado, el sustento económico, los compromisos… el miedo aumentó.

Entonces fui a la presencia del Padre Celestial y sentí cómo su Santo Espíritu trajo a mi mente este pasaje: “Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo” (Is. 8:11-13).

Sentí entonces cómo su paz inundaba mi mente y mi corazón y comprendí varias verdades bíblicas que he aplicado a mi vida y que comparto contigo que estás leyendo para que no permitas que el miedo te domine en estos días de cuarentena:

Aprendí a no caminar por el camino de este pueblo; que no debo portarme como se están portando las demás personas, como si yo no tuviese la esperanza puesta en el Señor, que debo ver este asunto desde la perspectiva de Dios y no la mía y que debo ser luz para otros que caminan en oscuridad (Sal. 146:5).

Aprendí que no debo llamar conspiración a todo lo que la gente llama conspiración, no debo hablar todo lo que la gente anda hablando en las redes sociales y hasta en los noticieros; que debo fundamentar lo que hablo en fuentes humanas confiables para resguardar mi salud mental, emocional y física, pero sobre todo, debo confiar en la verdad del Señor y su Palabra, pues Dios es el único que sabe todo (Jer. 29:11).

Aprendí que no debo temer lo que el mundo teme, porque la mayor parte de las cosas que tememos nunca ocurren, el temor se basa en supuestos, es infundado, es sólo susto por lo tanto debo poner mis pensamientos en lo que la Biblia dice… “en esto pensad” (Fil.4:8).

Aprendí que no debo tener miedo; aunque el miedo es una sensación y una emoción real, escogí poner mi confianza en el que no duerme cuidando mi vida (Sal. 121:3).

Aprendí a ver al Señor como el objeto de mi temor y mi miedo, porque entendí que cuando entro a su presencia para adorar, el espíritu de miedo y de temor tiene que huir porque “el perfecto amor [de Dios] echa fuera el temor” (1 Jn. 4:18)

Es hora de enfrentar el miedo con valentía, con aquella que sólo proviene del Espíritu Santo de Dios.  Deja que su presencia te envuelva y que tu adoración suba como aroma de olor grato delante del trono del Padre y verás cómo huyen el miedo y el temor.

Bendiciones para todos, un abrazo en la distancia.

Nancy Esther Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

10 comentarios en “Miedo”

  1. Boom, que reflexion tan poderosa de parte de Dios , que nos alienta con su palabra para estos tiempos , Gracias Nancy por esta reflexion.

  2. Gloria a Dios señor porque tú palabra me alienta a seguir. Dios no me ha dado espíritu de cobardía si no de poder y amor.
    Alentadora y desafiante reflexión.

  3. El miedo es un enemigo con el que aprendemos a convivir y lo hacemos parte de nuestra vida, pero no debe ser así, porque el amor de Dios lo echa fuera, la fe, la Confianza en Dios lo puede acallar… Gracias hermana por tan poderosa enseñanza

  4. El señor no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Gracias Nancy por esa palabra. Bendiciones

  5. Carlos Osorio Berrio

    Esta palabra es fiel y verdadera, me identifico mucho con esa lucha contra el miedo, mi gozo proviene del hecho que en cristo estamos cubiertos y tenemos su santo espíritu que hecha fuera el temor.
    Gracias Nancy!

  6. Judith Benedetti

    Que buen retrato plasmó la hermana Nancy sobre el miedo y donde debe ir ese miedo cuando toca mi vida
    un abrazo hermana gusto en tenerte con nosotros

  7. Excelente, Dios ayúdanos a que no sea el miedo quien defina nuestras circunstancias, sino llevemos todo temor a Su presencia para que El lo disipe.

  8. Nellys Marina Rodríguez Zuleta

    Gracias, Padre Celestial por disipar nuestros miedos con tu Santa Presencia. Gracias, hermanita por hacernos llegar esta Palabra, salida de la boca de Dios

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