Muestra de amor

El pasado 3 de octubre celebré un año más de vida; A pesar de la pandemia, recibí muchas muestras de amor, llamadas, mensajes, regalos, oraciones, abrazos, etc., que me hicieron sentir muy valorada, amada y feliz.

Todo eso me hizo pensar en la mejor y más grande demostración de amor que he recibido, hablo del inmenso sacrificio que hizo Jesús para darnos vida eterna junto con Él.  “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Ro. 5:8 RVR60).  ¡Qué inmenso amor es este!, que es capaz de dar la vida por los pecadores, por los que en otro tiempo éramos hijos de ira y de desobediencia (Ef. 2:1-3). Ese tipo de amor sacrificial, incondicional e inmerecido está por fuera del entendimiento humano, no lo comprendemos, pero ese es el amor que Dios tiene para con sus hijos.

Esta manifestación de amor de nuestro Señor implicó grandes esfuerzos, “aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Jn. 1:14 RVR60), es decir, Jesús se despojó de su trono, vivió y padeció como uno de nosotros.  “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (He. 4:15 RVR60); Jesús nos entiende y conoce nuestras debilidades porque padeció y resistió las pruebas que nosotros enfrentamos, Él sigue animándonos a seguir hasta el final y dándonos esperanza, no sólo de vida eterna, sino de poder ser fieles y obedientes al Padre.  Así como Jesús, quien fue tentado en todo sin hallarse en él pecado, nosotros también podemos vencer en Él.

Jesús tuvo que padecer una muerte que no merecía, “estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Flp. 2:8 RVR60).  Y no solo se humilló, sino que fue voluntariamente a la cruz, una de las muertes más vergonzosas, haciendo de esa cruz la mayor muestra de Su amor para nosotros.

Ahora bien, este despliegue del amor de Dios debe generar en nosotros no sólo un profundo agradecimiento, sino el deseo de mostrar ese amor a quienes nos rodean.  Ese es el llamado que tenemos como hijos de Dios, esa es la mejor manera de retribuir de alguna forma tan grande bendición.  “Andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Ef. 5:2 RVR60).

El portal Escuela Bíblica lo expresa así: “En vista de que Cristo murió en lugar de cada uno de nosotros en la cruz, el creyente tiene que alcanzar un nivel elevado de amor. El creyente no puede vivir con un Espíritu Santo entristecido, agraviado u ofendido, porque sólo el Espíritu puede producir este fruto en la vida.  Recordemos que en Gálatas 5:22, el amor ocupa el primer lugar en la lista como fruto del Espíritu.[1]

Hoy miro al cielo agradecida porque soy una de las bienaventuradas que pueden disfrutar de esa gran muestra de amor, veo cómo Su misericordia, Su gracia y tierno amor me atrajeron a Él.  Gracias doy a mi Señor por haberme rescatado de una vida vacía y sin propósito, por haber dejado las noventa y nueve ovejas para ir a buscarme.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (Jn. 4:10 RVR60).

Mayra Quiñones Herrera

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

 

14 comentarios en “Muestra de amor”

  1. Oh amor de Dios brotando está inmensurable eternal, por las edades durará inagotable raudal. Gracias a Dios por su amor inmerecido. Gracias May

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