No te paralices

Una de las preguntas que más ronda por nuestra mente es: ¿cuál es la voluntad de Dios para mi vida?  Me he descubierto en más de una oportunidad repitiendo a Dios: “Señor muéstrame tu voluntad”.  Pero en estos días descubrí, como explica Kevin Deyoung en su libro “Haz Algo”, que por un deseo de agradar a Dios, o por exceso de opciones o tal vez por cobardía de no fallar, he dejado pasar mucho tiempo haciéndome preguntas sin tomar decisiones concretas en muchas áreas de mi vida, dedicada a pensar en todos los escenarios posibles, encontrándome paralizada en mis pensamientos.

Muchas veces se nos va el tiempo pensando y esperando que, de manera extraordinaria y con luces de neón, Dios abra el cielo y nos ayude a decidir, que al final de cuentas no es más que eliminar opciones.  Pocas veces pensamos cuál es la voluntad que Dios espera que entendamos.

Normalmente nos hacemos preguntas sobre la voluntad de Dios en asuntos no morales de la vida como: qué estudiar, con quién me debo casar, en qué ciudad debo vivir o si debo tomar un empleo u otro.  Sin embargo, queremos resolver estas preguntas desesperadamente porque, aunque deseemos una eternidad con Dios en los cielos, estamos totalmente enamorados de esta tierra con todas las cosas que en ella hay, olvidando con frecuencia que la Palabra nos insta “como a extranjeros y peregrinos, que [nos abstengamos] de los deseos carnales” (1 Pe. 2:11 RVR1960).

Somos exhortados a no conformarnos al mundo sino a ser transformados mediante la renovación del entendimiento.  El peregrino y el extranjero no entienden ni el idioma, ni la cultura, ni los intereses del lugar de donde son ajenos, pero sucede que nos hemos integrado tan bien a este mundo, que parecemos ya parte de él y nos trasnochan las cosas que a él pertenecen.

Nuestra estancia aquí es pasajera, como lo es todo cuanto tenemos, familia, amigos, trabajos, pertenencias y logros.  Algunos tendrán una estancia más larga que otros en este mundo, pero al fin y al cabo todos lo dejaremos e iremos a nuestra morada eterna; así que nuestra preocupación más importante no debe ser el plan de Dios para el futuro de las cosas triviales de la vida, sino sus propósitos espirituales presentes, que tienen efectos eternos.

Podrás estar pensando, “es cierto lo que dices pero, mientras estoy en esta tierra, aun me cargan muchas cosas que no sé cómo terminarán”.  Pues bien, el Señor lo conoce todo y sabe qué necesitamos, por eso nos regala una promesa en Mateo 6:31-34 (RVR1960) “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”.

La voluntad de Dios específica para ti y para mí está consignada en la Biblia, obedecer debe ser realmente en lo que invirtamos todo nuestro esfuerzo (1 Tes. 5:16-18). No nos paralicemos esperando una respuesta mística sobre la cotidianidad de la vida, sino pongamos nuestro esfuerzo sostenido y prolongado viviendo esa voluntad cada día en santidad, justicia, verdad, piedad  e integridad, para que Dios nos dé sabiduría en las decisiones diarias.

Es mejor dejar de rogarle a Dios que nos muestre el futuro y más bien buscarle y obedecerle en lo que ya nos ha sido revelado, confiando en que nuestro porvenir está en sus manos.

Lisaura Lozada Pedroza

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

17 comentarios en “No te paralices”

  1. Gracias Dios por recordarnos de que somos peregrinos en esta tierra y que estamos de paso aqui , ayudanos a no perder el enfoque y vivir de manera sabia el dia a dia.

  2. “Vive para Dios, obedece las Escrituras, piensa en los demás antes que en ti, sé santo, ama a Jesús, mientras hagas estas cosas estarás haciendo la voluntad de Dios” Kevin De young… Bendiciones Lisa gran palabra

  3. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Amén El Señor nos ayude a ser obedientes y mantener nuestros ojos en el autor y consumador de la fe Cristo Jesús.
    Bendiciones.

  4. Amén. Bendito Dios ayudame a vivir en Santidad e integridad para agradarte a tí. Puesta la mirada en lo eterno.
    Gracias Lisa Bendiciones.

  5. Nancy Esther Rodríguez Zuleta

    Buena reflexión. Hay tanto por obedecer en la Biblia que si invertimos nuestro tiempo en ello, veremos entonces cubiertas las demás cosas que nos preocupan. Bendiciones Lisaura

  6. Excelente reflexión lisa, aveces olvidamos la practicidad del evangelio y que el señor también nos habla a través de nuestra cotidianidad. Es tiempo de orar pero también de obedecer aquello que ya el Señor nos ha mostrado. Bendiciones Lisa

  7. Lisa me identifico totalmente con este mensaje sobre todo en que hay una realidad de tiempo aquí en este lado de la eternidad donde estamos tan apegado aúnque muchos no la estén pasando bien aspiran mejorar mañana ( y no está mal su esperanza, ) ya que sólo Dios dispone el tiempo que vayamos a estar aquí, pero sé nos olvida que nuestra ciudadana está en los cielos

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