Provisión

Alguna vez leí que la palabra provisión estaba compuesta por otras dos: pro, esto es, en procura de y visión. Provisión tiene que ver con todo aquello que necesitamos para cumplir la visión de Dios para nosotros aquí en la tierra. Todo aquello que necesitamos hoy para servir a Dios ya fue provisto por Él, muchas de las cosas por las que nos acongojamos y afanamos, ya Dios las tiene preparadas para nosotros.

 

Cuando Dios nos creó, dispuso en sus bodegas celestiales todo aquello que requerimos para servirlo. La Biblia dice que el Señor ya “nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Ef. 1:3 RVR1960).  Pero no podemos acceder a estas bendiciones de cualquier modo. Muchas de ellas vendrán a nosotros cuando aprendamos a ser obedientes. La Escritura dice “buscad primeramente el reino de los cielos y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas” (Lc. 12:31 RVR1960).

En tiempos del malvado rey Acab quien fue rey de Israel por 22 años, Dios levanta a un profeta: Elías. Este varón va delante de la presencia de este rey perverso y declara de parte de Dios que no habría lluvia, ni rocío en años hasta que él dijera: ¡ahora va a llover!  Esto no solamente afectaría a toda una nación, sino al mismo Elías;  también padecería la sequía, pues vivía en aquella región y ahora estaría en la mira de Acab y su temible esposa Jezabel, quien quería matarle.

Dios ordena a Elías irse al oriente y esconderse en el arroyo de Querit, pues Él había mandado a unos cuervos darle de comer allí (1 Re. 17:3-4).  El Señor había preparado la provisión para Elías, no tenía que preocuparse por qué comería, aunque Israel estaba en hambruna y escasez, Dios ya había dispuesto a unos cuervos para que a este varón no le faltara nada.

Imaginemos que Elías hubiera decidido quedarse en un arroyo diferente al que el Señor había indicado, quizá por parecerle más limpio, cristalino, un lugar más fresco para distraerse pescando, etc. ¿Qué habría pasado con este varón? Probablemente no moriría de hambre, pero se habría perdido de la provisión que Dios le tenía preparada, de la bendición que enriquece y no añade tristeza con ella.

A veces preguntamos: ¿qué tiene de malo que me ennovie con esta persona no cristiana?; ¿qué tiene de malo este empleo?, no me permite congregarme en la iglesia, pero pone pan en mi mesa… Lo malo es que nos perdemos de las bendiciones que Dios se ha tomado una eternidad en preparar y son mejores que cualquier otra.

Si Elías se hubiera ido a un arroyo distinto, se habría quedado esperando los cuervos, porque el Señor los había enviado a otro lugar.  La bendición de Dios viene por su fidelidad, y Él la ha prometido a quienes obedecen. Algunos preguntan a Dios dónde están los cuervos con la provisión anhelada, el Señor bien podría preguntar: “¿ya te moviste a Querib?, allá te están esperando, ¿ya obedeciste a eso que te pedí que hicieras hijo?”

Cuando María y José dijeron sí a Dios, a lo mejor no tenían dinero, pero él mismo se encargó de proveerles. Envió reyes desde oriente con incienso, mirra y oro para bendecir al niño Jesús. Cuando tú le dices sí al Señor, no te faltará ningún bien, así sea que tenga que poner a tres magos a atravesar un desierto, Dios tiene maneras para sustentarte, usa cualquiera de sus instrumentos para proveerte.

Que este año caminemos, no correteando las bendiciones que ya el Señor ha preparado, sino hacia los brazos de Aquel que ama nuestras almas, Cristo, nuestro Señor y Salvador.

Tatiana Porto Neira

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

12 comentarios en “Provisión”

  1. Gracias Padre Celestial por qué en tu infinita misericordia me sustentas, en cada momento de mi vida, de tu bien.
    Gracias Tati. Por tu excelente reflexión.
    Bendiciones

  2. Amén. Gracias infinitas gracias Dios que suple todas nuestras necesidades conformea tus riquezas en Gloria. Debemos guardar nuestro corazón.
    Gracias Tati muy explicita está reflexión. Bendiciones.

  3. Nancy Esther Rodríguez Zuleta

    Amén!!! Tremendo devocional Taty. El Señor entrega el paquete completo: el propósito viene junto con la provisión para cumplirlo.

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