Puertas Abiertas

Al poco tiempo de habernos casado, mi esposo y yo pensamos en buscar una persona que nos colaborara con los quehaceres del hogar.  Resolvimos hacerlo no sin antes considerar lo que eso implicaría, que ya no estaríamos solo él y yo, no tendríamos la misma privacidad.

Teníamos la costumbre de no cerrar las puertas internas de la casa y, aún con una persona que nos colaborara en la casa, decidimos que dichas puertas seguirían abiertas, dando un voto de confianza y amistad a esta colaboradora que cuidaría de nuestra casa mientras nosotros no estábamos.

Meditando en esto, pensaba en que todas las puertas de nuestro interior deben estar abiertas para nuestro Redentor.  El Señor Jesús nos dice: “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos” (Ap. 3:20 NTV)”.  Me encanta esta porción de la Palabra cuando el mismo Jesús nos invita a abrir la puerta y cenar como amigos.  ¡Qué maravilloso es que alguien te ofrezca tan sincera amistad sin reservas!, ¡el Rey de la creación nos ofrece su confianza para conocerle!  Pero ¿qué tan dispuestos estamos a que Jesús entre a todas las habitaciones de nuestra casa, esto es, de nuestro corazón?

El salmista decía: “Examíname oh, Dios y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna” (Sal. 139:23-24 NTV).  En muchas ocasiones tendemos a ser reservados con el Señor, nos cuesta tener todas las puertas abiertas para Él, queremos conservar unas cuantas habitaciones para nosotros.  

Tampoco nos gusta exponer nuestras faltas y temores ante las demás personas o hermanos en la fe, sentimos que quedaremos al descubierto y nos mantenemos al margen o simplemente indiferentes, con las puertas de nuestro corazón bien cerradas, tal vez por vergüenza, por pensar en el “qué dirán”.  No estoy diciendo que debamos abrir nuestro corazón a todo el mundo, pero si nos encerramos por completo, tampoco podremos recibir ayuda de parte de la familia de la fe.  Con frecuencia la Palabra del Señor llegará a nuestras vidas a través de alguien enviado por Dios.

Ahora, examina y piensa, ¿qué puerta de tu corazón has intentado cerrar al Señor?, ¿a qué habitaciones has pretendido impedir la entrada de Jesús?, ¿tus finanzas?, ¿tus relaciones interpersonales?, ¿lo que ocurre en tu trabajo?, ¿la forma en que manejas tu casa o crías a tus hijos?   En la Biblia encontramos textos que nos dejan ver que Él es digno de toda nuestra confianza, puedo asegurar que es el mejor huésped que podamos tener en las habitaciones de nuestro corazón.  Él sólo espera que abramos todas las puertas a su Espíritu Santo, sin reservas.  Lo que nos inquieta, lo que nos agobia, lo que nos roba la paz y el gozo será disipado por su presencia en nuestras vidas.

“¿Quién subirá al monte de jehová? ¿y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, el que no tiene habitaciones ocultas” (Sal. 24:3-4 NTV).  Más adelante, en el mismo capítulo, el versículo 7 nos invita “Alzad oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas y entrara el rey de gloria”.

Te invito a abrir tus puertas e invitar a Aquel que tiene el poder de hacer que tu corazón sea confortado, sanado, restaurado y transformado.  Si oyes su voz, y abres la puerta, Él entrará, cenará contigo y será tu amigo.

Nelly Susana Narváez Oviedo.

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

20 comentarios en “Puertas Abiertas”

  1. Carlos Osorio Berrio

    Señor, deseo tener las recamaras de mi ser abiertas de continuo para ti; ayúdame a no cerrar mi corazón ninapartarlo de tu voz y amistad.
    Gracias Susy por esa maravillosa palabra!.

  2. Amado Rey que todos las puertas de mi vida siempre estén abiertas para recibir tus
    Sabios consejos.
    Gracias querida Nelly por instruirme con tu excelente reflexión.
    Bendiciones

    1. Nelly Susana Narváez Oviedo

      El señor y su espíritu nos dé el discernimiento de no reservarnos nada que pidamos ser un libro abierto en las manos de nuestro señor

  3. Que el señor nos ayude a dejar nuestras puertas abiertas .. seamos sinceros con nuestro Dios ! ..y que el nos inste a entregarle todo sin reservas !
    Gracias Nelly!

  4. Que ninguna recamara de nuestra alma quede cerrada a la omnipresciencia del Dios que desea cambiarnos y que le entreguemos nuestro corazon.

  5. Marysol Rodríguez Zuleta

    Así es querida Nellys, que seamos una casa de puertas abiertas para nuestro Señor. Gracias por esta linda reflexión.

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