Recargando baterías

En la actualidad, los celulares o computadores se han convertido en herramientas necesarias para diferentes actividades cotidianas y laborales. Tenemos en un mismo aparato la suma de varias aplicaciones que son de mucha ayuda: cámara, alarma, música, calculadora, mensajería instantánea, etc.  Pero todo esto tan bueno, se pone en peligro durante el día cuando se nos anuncia: “BATERÍA BAJA. Conecte su equipo antes de que se apague”. Con premura acudimos al llamado urgente del celular o portátil, si se nos apaga, podemos perder la información o se interrumpe nuestra conexión con el mundo virtual.

En Apocalipsis 2:2, 4-5 dice: “Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia. Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio” (NVI). Esta declaración sobre la Iglesia de Éfeso, nos muestra una realidad que muchos de nosotros vivimos: en algún punto de nuestra vida tenemos la necesidad de reencontrarnos con nuestro llamado y propósito.

Los cristianos de esta Iglesia no eran holgazanes, estaban activos, hacían buenas obras, trabajaban arduamente y luchaban contra las falsas enseñanzas (vs. 2-3); sin embargo, son reprendidos en un aspecto de suma importancia: “dejaste atrás tu primer amor”… una amarga queja de Cristo contra esta Iglesia que denuncia una mala decisión.

La rutina diaria puede dar lugar al enfriamiento del amor inicial. Suele ser un proceso lento, pero desemboca en una crisis profunda. Hasta el punto en que podemos terminar cuestionando el sentido nuestra labor como Padres, como empleados e incluso como siervos en la Iglesia. Lo que en algún momento nos apasionaba, con los afanes diarios puede volverse un paisaje más, una actividad repetitiva y empezamos a restarle importancia.

Pero al reproche del Señor, le seguía una recomendación, una amonestación amorosa : ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a hacer las obras que hacías al inicio” (vs. 5). Es un misericordioso llamado a reconectarse con el Señor, a volver a la esencia de las cosas. Una invitación a hacer un alto en el camino, a tener conciencia del momento en que perdimos la motivación, la pasión para tener la oportunidad de enderezar nuestro rumbo.

Muchas veces estamos en “batería baja”, con el ánimo decaído por el desgaste de nuestras luchas, con poco enfoque en nuestra vida y nos urge este mismo llamado de Dios. Necesitamos examinarnos y recordar por qué hacemos lo que hacemos y, sobre todo, para quién lo hacemos. El Señor es el motivo y objeto de nuestra alabanza, nada ni nadie más puede saciar nuestra alma porque Él es la fuente de vida (Sal. 36:9).

Quiero desafiarte a que esta semana puedas examinar tu vida e identificar las áreas en las que necesites conectarte para recargar energía. Identificar qué cosas ya no estás haciendo con ese “primer amor”. Al tenerlas identificadas podemos pedirle al Señor su ayuda y misericordia para recibir de su fuente, todo lo necesario para avanzar en el largo camino que aún tenemos por delante.

Manuel Martelo Verbel

Equipo Devocionales ICCCTG

10 comentarios en “Recargando baterías”

  1. Luis carlos cordoba gomez

    Dios tiene que ser mas inportante que lo que hacemos.
    Podemos hacer muchas
    Cosas pero sin perder el
    En foque en Dios hay que
    Bolber al primer amor

  2. Carlos Osorio Berrio

    completamente identificado con este muy pertinente devocional.
    Señor ayúdame a regresar a tu presencia en cada ocasión y refrescarme con ella.

    Gracias mi hermano Manuel, excelente palabra

  3. Gracias a Dios que él, siempre está dispuesto a recargar nuestras vidas ; para seguir caminando de su mano poderosa.
    Gracias Mañe. Excelente devocional.
    Bendiciones

  4. Gracias Dios por esta palabra que nos motiva y anima a seguir ferviente en tu servicio, necesitamos todos los días ir al Padre para recargar nuestra batería..
    Gracias Manuel. Bendiciones

  5. Sonia+Marcela+Neira+meza

    Señor ayudanos a cada día estar enfocados en ti, y volver al primer amor.
    Gracias hijo, muy necesaria esta palabra para estos tiempos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *