Ruta Crítica

Cuando se habla de planeación de proyectos, necesariamente se tienen actividades que deben cumplirse una a una hasta completarlos.  Los sencillos suelen abarcar unas cuantas tareas, los grandes pueden albergar tantas que se convierten en un dolor de cabeza para quien desee coordinarlas y llevarlos a feliz término.

En esta búsqueda por controlar los tiempos de cada tarea, de modo que los costos no sobrepasaran los presupuestos, un centro dedicado a la investigación de operaciones de las firmas norteamericanas Dupont y Remington Rand desarrolló el Método de la Ruta Crítica (CPM) en 1957. “Una ruta crítica es la secuencia de los elementos terminales de la red de proyectos con la mayor duración entre ellos, determinando el tiempo más corto en el que es posible completar el proyecto. La duración de la ruta crítica determina la duración del proyecto entero. Cualquier retraso en un elemento de la ruta crítica afecta a la fecha de término planeada del proyecto, y se dice que no hay holgura en la ruta crítica”.1

Las holguras son los tiempos “extra” entre una actividad y otra, pero, en la ruta crítica cada tarea sucede a la otra sin margen de tiempo, de ahí que todo deba ejecutarse con precisión para no retrasar el proyecto general.

Pensando en nuestro Dios eterno, perfecto, soberano y sabio, no alcanza la mente humana, y me atrevo a decir que tampoco máquina alguna podría trazar la ruta crítica del plan perfecto de nuestro Señor. Dice la Biblia en Eclesiastés 3:10-11: “Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” (RVR1960). Y el versículo 14 apunta: “todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá”.

Debemos entender que el plan del Señor con cada vida, con toda la creación, con lo visible y lo que no podemos ver, es una perfecta ruta crítica en la que nada se atrasa ni se adelanta. Tenemos la pecaminosa costumbre de cuestionar los tiempos y las sazones de Dios en las distintas etapas de nuestras vidas, resistimos, pataleamos, luchamos con Dios y hasta resentimos su voluntad, como si algo pudiésemos “mejorar” nosotros en su plan perfecto. ¡Cuánto atrevimiento e insensatez!

Dice además la Palabra que “el plan de Dios, que se cumplirá a su debido tiempo, es poner bajo el mando de Cristo todo lo que hay en el cielo y en la tierra” (Ef. 1:10 PDT). El proyecto eterno del Señor está centrado en Cristo, de principio a fin, Él “es la imagen perfecta de todo lo que Dios es y sostiene todo el universo por medio de su poderosa palabra” (He. 1:3 PDT).

Confiemos en Cristo, en que todo transcurre según su eterna sabiduría y halle paz nuestro corazón en Él.

Marysol Cecilia Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales ICCCTG

1 https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todo_de_la_ruta_cr%C3%ADtica

7 comentarios en “Ruta Crítica”

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