Un lugar en la mesa del Señor

Recuerdo que un sábado, encontré un habitante de calle en la puerta de la iglesia, tuvimos una pequeña charla, me contó que antes asistía a una iglesia cristiana pero que dejó de asistir a raíz de sus vicios y que el rechazo de sus dos hijos lo hizo sucumbir aún más para vivir entre las calles.  Le dije que aún estaba a tiempo de volver y que podía ser mi hermano, cantamos unas alabanzas, le extendí la mano;  le di unas monedas y agradeció tanto a Dios como a mí.  Al final me dijo que algún día se congregaría.

Reflexionando en esta anécdota me puse a pensar en la historia de Mefi-boset un hombre lisiado de los pies, “Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo de cinco años, llamado Mefi -boset, que estaba tullido. Resulta que cuando de Jezrel llegó la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán, su nodriza lo cargó para huir, pero, con el apuro, se le cayó y por eso quedó cojo” (2 Sm. 4:4 NVI).  El hecho de ser un miembro de la familia real no había garantizado a Mefi-boset un futuro próspero y su limitación física lo redujo a ser un hombre apartado

Mefi-boset vivía “en casa de Maquir” (2 Sm. 9:4), esto nos habla de la baja condición en que se encontraba Mefi-boset, ¡ni siquiera contaba con su propia casa!, vivía en una casa ajena.   Pienso en Mefi-boset, lisiado físicamente, y en el habitante de calle, lisiado del corazón, ambos sin un lugar propio en el que vivir.

Pero la historia Mefi-boset aún no termina:   “el rey David mandó a buscarlo a casa de Maquir[…] Cuando Mefiboset, que era hijo de Jonatán y nieto de Saúl, estuvo en presencia de David, se inclinó ante él rostro en tierra[…] y dijo: ¿Y quién es este siervo suyo, para que Su Majestad se fije en él? ¡Si no valgo más que un perro muerto!” (2 Sm. 9:5-6, 8 NVI).   

Es probable que Mefi-boset tuviera miedo, al fin y al cabo, su abuelo había sido enemigo a muerte de David, pero éste le dijo: “No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa” (2 Sm. 9:7 RVR1960).

David había hecho pacto con Jonatán (1 Sm. 20) prometiendo mostrar misericordia a sus descendientes, en cumplimiento de esa promesa le otorgó a Mefi-boset el privilegio de una relación cercana al permitirle comer a su mesa, la mesa del rey, siempre.

Una promesa similar es dada por Jesús, él dijo a sus discípulos que ellos comerían y beberían a su mesa allá en el cielo (Lc. 22:29-30), como dice una canción titulada Salmo 23: “En tu mesa me diste un lugar, me recibes en casa, para siempre”[1]

La gracia de David hacia Mefi-boset es una semblanza de la gracia inmensurable de Dios para con nosotros.  Éramos como Mefi-boset, como perros muertos; sin hogar, como el habitante de calle que encontré… pero nuestro Rey nos llamó.  Dios nos mostró misericordia y nos amó, nos dio ejemplo para que nosotros también sirvamos a otros sin importar su condición.

Estamos llamados a amar al prójimo, la iglesia debe estar unida y permitir que otros también sean parte de la gracia inmerecida que proviene de Cristo sin importar su raza, lengua o clase, pues un día Cristo vendrá a buscar a una sola iglesia “santa y sin mancha” (Ef. 5:27 RVR1960).

¿A quién has mostrado misericordia últimamente?

Yineth Melissa López Pérez

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG.

25 comentarios en “Un lugar en la mesa del Señor”

  1. Amen. Gracias Dios por tanta misericordia para con nosotros ayúdanos también a llevar tu palabra y que santificado sea tu nombre.

  2. Gracias damos a Dios por su misericordia que ha sido y es Grande!
    Que el Señor nos ayude a ser misericordiosos también.
    Gracias Yineth, Dios te siga usando.

  3. Lilia Torres Ramírez

    Esta enseñanza nos muestra una vez más lo pequeños que somos y lo grande que es nuestro Dios.
    Bendiciones hermanita.

  4. Como dice la biblia dad de gracia lo que e de gracia recibiste, hemos recibido el amor de Dios sin merecelo y debemos compartirlo con quienes nos rodea y recordar que sin importar nuestra condición siempre hay un lugar en la mesa del Padre para sus hijos… Bendiciones Yinet
    P.d esa canción me encanta

    1. Amén mayra !!! En nuestro Dios tenemos un lugar seguro por siempre a su lado…
      Sii a mí también me encanta esa canción !! La escucho todos los días ! xD

  5. Señor que cada día recordemos que somos luz y sal y nuestro deber es dar a conocer ese Dios grande que tenemos. Gracias Yinet.

  6. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Que hermosa palabra nos recuerda el eterno amor de Dios hacia nosotros, sin importar en la condición que nos encontremos.
    Bendiciones.

  7. Tu amor inagotable es tu bondad me persigue, en tu mesa me diste un lugar me recibes en casa para siempre. Me gusta esa canción. Gracias yine que bonita palabra

  8. Carlos Osorio Berrio

    Solo era un perro muerto que fue acogido por gracia a la mesa del buen Padre, por la.obra redentora de Cristo.
    Ahora busco que otros experimente al igual que yo lo que se siente ser llamado a tomar parte en la mesa. Salvados por gracia
    Gracias Yineth por compartir esta edificante palabra!

    1. Amén pastor! El señor nos ha acogido a su mesa para estar junto a él por siempre que dicha de estar junto a él ! Hemos Sido adoptados por él

  9. Judith Benedetti

    Muy bonita historia Yineth nos deja una enseñanza de dar amor al prójimo aún una sonrisa para muchos que se siente desechados es un estímulo y luchamos con la inseguridad ya que por miedo nos refrenamos a prestar la ayuda

  10. Bendito sea el Dios y padre nuestro quien tuvo compasión y misericordia de tus hijos. Ayúdanos a extender tu misericordia y a tener compasión por los que te necesitan .
    Gracias Yine . El Espíritu Santo te siga usando. Bendiciones

Responder a Yineth López. Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *