Un mundo ideal

“Érase una vez…”.  Cuando niña, esa frase me encantaba porque me cautivaban los cuentos fantásticos, era aficionada a las historias de reinos mágicos, princesas y héroes.  Una de las películas que más me marcó fue la de Aladdín, por su emblemática canción “Un mundo ideal”[1]. En mi inocencia, me imaginaba un castillo y muchas cosas ilusorias cuando cantaba esta canción.

Con el pasar de los años me di cuenta, como muchos de nosotros, que esa percepción del mundo era una utopía; ese mundo bello y lleno de nobleza no era real.  Los problemas, las circunstancias de la vida y el transcurrir del tiempo nos hacen perder esa idealización que como niños tenemos de la realidad y nuestro futuro.

 

Imitar a un niño resulta una tontería para muchos hoy día, los afanes de la vida nos hacen ser competitivos, egoístas y egocéntricos.  Tratando de encajar en un mundo caído, nos llenamos de envidias, celos, miedos y otros pecados que nos hacen tener un corazón poco inocente.  Sin embargo, nuestro Señor Jesús dijo que debíamos ser como niños, poniéndonos como ejemplo sus corazones llenos de humildad e inocencia (Mt. 18:1-7). 

Dios nos llama a no perder la esperanza del Reino Perfecto, como dice en 1 Pedro 1:3-5 NVI: “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedesa quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos”.

Realmente no somos de este mundo, “Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo”, eso nos dice Jesús (Jn. 15:19 DHH).

Hagamos una pausa y reflexionemos, si nunca acabara la pandemia en este mundo, ¿perderemos la cordura y la esperanza en Dios?  Recordemos que somos peregrinos, estamos de paso por este mundo; aun en medio de los problemas que hoy nos golpean, tenemos una esperanza que no avergüenza (Ro. 5:5).  Aunque el  mundo nos vea como locos o ignorantes por tener “la certeza de lo que se espera [y] la convicción de lo que no se ve” (He. 11:1 RVR1960), debemos seguir siendo como niños, mantener vivo ese anhelo por el día en el que el Señor “enjugará toda lágrima de los ojos [y] ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor” (Ap. 21:4 NVI).

No perdamos de vista ese “mundo ideal” que nos describe Apocalipsis 21:1-3 NVI: “una tierra nueva (…) la ciudad santa, la nueva Jerusalén (…) procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido (…) ¡[Allí], entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios.

¡Maravillosa verdad!, Dios mismo estará con nosotros y no temeremos a la muerte, ni a la enfermedad, ya no lloraremos, ni sufriremos, ya no tendremos más sed, porque nuestro Salvador, aquel que fue, que es y será, nos está preparando ese hermoso lugar (Jn. 14:2) donde ÉL MISMO será nuestro sustento por siempre (Ap. 21:6).

 ¡Anhelo ese lugar ideal!, lo espero con fe, ¿y tú?

Lina Zea Navarro

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

23 comentarios en “Un mundo ideal”

  1. Ese lugar ideal que nos promete el Señor, es una esperanza y un bálsamo en estos tiempos de tanta perdición. Gracias Dios porque en ti, tenemos una bendita esperanza. Un abrazo Lina, Dios te bendiga.

  2. Lilia Torres Ramírez

    Ese lugar de descanso; en donde no hay dolor, sólo alegría, no hay enfermedad, sólo salud, en donde todos Juntos adoraremos a nuestro Dios.bwue más podemos pedir.

  3. Carlos Osorio Berrio

    Somos peregrinos, aves de paso cuyo destino afable es la eternidad con aquel que ama nuestras almas. Pero, entretanto ti que llegamos, Volemos con gallardía y Santidad confiando que en esta travesía, otras bandadas de aves también se nos sumen para ir a nuestro destino o glorioso!

    Gracias Lina, por recordarnos que si tenemos un mundo ideal!!

  4. Aveces olvidamos que somos ciudadanos del cielo, desgastamos nuestras vidas y mal usamos los talentos que El señor nos ha dado para gloria suya. Ayúdanos Señor a tener siempre presente que aunque estamos en este mundo, no somos de este mundo. Gracias Lina

  5. Gracias Dios por la morada prometida ayúdanos a guardar siempre en nuestro corazón el anhelo de alcanzar , tú gran promesa.
    Gracias Lina.

  6. Gracias Lina ciertamente nuestra ciudadanía es celestial !! Gracias por recordarme esoo !!! Gracias a Dios por adoptarnos como hijos suyos !

  7. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Un mundo Ideal, un mundo en el que tú y yo veremos día a día el rostro de nuestro Rey poco la eternidad!
    Maravilloso!

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