Vanidad de mente

Regresé del colegio y a la hora del almuerzo, mientras estábamos en la mesa, con la inocencia propia de mis 8 ó 9 años, les conté a mis padres un típico enredo de niñas de primaria: “Imagínense que fulanita peleó con perencejita y ahora menganita tampoco le habla a perencejita por lealtad a fulanita”.

El problema para mí era que yo estaba en el medio, era amiga de todas; pero cuando esperaba que mis padres entendieran el asunto, mi papá me dijo cortantemente: “Las demás pueden hacer como quieran, pelear o dejar de hablarse, pero tú no te puedes portar como ellas; tú ni peleas ni te dejas de hablar con ninguna, porque eso no agrada al Señor y tú tienes que actuar diferente de ellas”.  ¡Me fui de espaldas! Me pareció tan tajante que sentí que no entendían mi punto. Con el tiempo comprendí que mi padre tenía razón, él sencillamente me estaba enseñando a brillar en medio de las tinieblas, como dice la Biblia.

Últimamente ha cobrado actualidad para mí esa enseñanza, cada vez veo más cristianos comportándose como lo hace el mundo, lo cual significa que están adoptando los modelos de pensamiento que nuestra sociedad usa, sin darse cuenta de que son esas formas de pensar y de proceder las que tienen a nuestro mundo bajo la disciplina del Señor.

2 Reyes 17 hace un resumen del porqué el Reino de Israel fue llevado al cautiverio sin retorno por los Asirios. El vs. 15 dice que “desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas”. (RVR1960)

Cuando adoptamos los pensamientos de las “naciones”, representadas en los amigos, compañeros, vecinos y hasta familiares que están a nuestro alrededor, nos hacemos tan vanos como ellos.  Aquí vanidad significa sin peso, sin valor, baladí; es decir, se desprecia la obra de precio incalculable hecha por Cristo en la cruz para darle relevancia a ideologías humanas que conducen a la destrucción.

En Efesios 4:17 el apóstol Pablo nos exhorta en un tono imperativo y con cierta urgencia: “ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente” (RVR1960). En los versículos siguientes sigue explicando que los que no conocen al Señor actúan así porque tienen el entendimiento entenebrecido y su corazón se ha endurecido porque están lejos de la voluntad de Dios.

Pero el versículo 20 marca la diferencia: “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo” (RVR1960). Esto me recuerda la respuesta que me dio mi papá siendo niña, porque es en la Biblia donde encontramos toda la enseñanza que debe conducirnos a un cambio de vida cuando llegamos a Cristo. Es en el diario trasegar con Jesús donde tendremos la experiencia de ver cómo nuestros pensamientos y acciones son transformados para parecernos cada vez más a Él.

La clave está en el verso 23: “renovaos en el espíritu de vuestra mente” (RVR1960). Cambiar las ideas propias de una mente vana, típica del hombre sin Dios, y adoptar las que corresponden a la mente de Cristo que ahora tenemos (1 Corintios 2:16).

Es un buen ejercicio pasar periódicamente nuestros pensamientos por el filtro de la palabra de Dios, para no tener la desagradable sorpresa de estar adoptando aquellos de las “naciones” vecinas.

Nancy Esther Rodríguez Zuleta

Equipo Devocionales Diarios ICCCTG

22 comentarios en “Vanidad de mente”

  1. Muy cierto ese mensaje por algo el sabio Rey Salom Dios lo inspiró a escribir el libro de eclesiastes donde enfatiza todo es vanidad en este mundo caído y más actualmente como vemos a donde apunta los intereses de los gobiernos. Gracias a él amor de Dios por su pueblo que nos advierte de no contaminarnos obedeciendo su palabra

  2. Nelly Susana Narváez Oviedo

    Excelente reflexión, anoche leí intencionalmente el libro de efesios y hoy el señor me lo recuerda nuevamente ayayayai, señor que mis pensamientos pasen por tu filtro que es tu palabra, bendito sea tu santo nombre.

  3. La palabra de Dios es la que tiene el glorioso poder de hacernos discernir nuestros pensamientos. El Señor nos ayude siempre a presentarnos humildemente delante de esa espada que penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Gracias Nancy

  4. Amén. Bendito Dios hoy nuevamente estás indicando lo único que necesitamos es agradarte a ti, parecernos cada día más a ti. Perdoname Señor y renueva cada día mis pensamientos en tu palabra.
    Gracias Sra. Nancy. Besos para mi hermosa Ángela.

  5. Sonia Marcela Neira meza

    El señor nos ayude a renovar el espíritu de nuestra mente y no dejarnos llevar por los pensamientos del mundo.
    Gracias Nancy muy edificante.
    Dios te bendiga.

  6. Excelente reflexión muy bonita…y pues es la verdad tenemos q ser como Cristo nos enseñó q fuéramos no estar haciendo las cosas del mundo porq seríamos parte de ello tenemos q marcar la diferencia y como dice la reflexión hay q brillar en medio de las tinieblas

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